Poco antes de que empezara el Mundial de Estados Unidos 1994, en donde Colombia partía, según Edgar Perea y otros locutores, como favorito para jugar la final contra el Brasil de Romario y Bebeto. Las expectativas estaban muy altas después de que Colombia, en las eliminatorias, le ganara 5-0 en su estadio, el Monumental de River Plate, a la Argentina de Gabriel Batistuta.
Semanas antes de jugar el Mundial Francisco Maturana firmó un contrato para dirigir el Atlético de Madrid. En ese momento el equipo colchonero estaba lejos de ser el tercer grande de España como es ahora. Incluso había descendido a la B. Su caótico y racista presidente, Jesús Gil y Gil, ocupaba los titulares de prensa. El Tren apenas hizo seis goles y se ganó el desprecio de la hinchada y de Gil y Gil quien le deseo la muerte.
Para que se hagan una idea del infierno que vivió, miren lo que le hizo el presidente en una declaración pública: