En los almacenes de cadena de países tan cercanos como Ecuador o tan lejanos como Etiopia, las Yoguetas y los Pin Pop dejaron de llegar hace semanas. Uno de los últimos lotes producidos, alrededor de 30 contenedores cargados de estos productos, esperan represados a las afueras de sus plantas para ser exportados a alguno de los 58 países que ha logrado conquistar la empresa Aldor con sus dulces reconocidos a nivel mundial. A nivel local, ya son varias ciudades colombianas las que extrañan las Frunas, emblemático dulce – también de la marca Aldor- y cuya producción cumple una semana totalmente detenida.
Y esque para una empresa que exporta aproximadamente el 70% del total de su producido, el Paro Nacional traducido en el bloqueo indefinido del único puerto desde donde sacan sus mercancías que es Buenaventura, se ha sentido como una pesadilla hecha realidad. Se cumplen 33 días desde que empezó el estallido social y al menos 32 mil toneladas de confitería han dejado de producirse en sus fábricas ubicadas en el Valle del Cauca.
Aunque nadie en la empresa imaginó que el Paro fuera a prolongarse por tanto tiempo, Leonardo Aljure, gerente general de la compañía, intuyó que lo que se venía era fuerte. Por eso, el 28 de abril, ordenó a casi todo su equipo a trabajar desde casa. Las plantas de producción ese día estarían cerradas y abrirían el día siguiente, cuando ya fuera seguro desplazarse sin manifestaciones. Pero los días pasaron y hasta el 13 de mayo la producción estuvo casi que totalmente detenida.
Los directivos de la empresa, convencidos de no despedir a ninguno de sus 1.300 empleados, decidieron volver a abrir, aunque la producción no pudiera sobrepasar el 30% debido a la incapacidad de distribuir su producido. Anticiparon vacaciones, promocionaron licencias no remuneradas entre sus empleados y desde entonces sus oficinas permanecen vacías.
No había pasado una semana de haber reanudado operaciones cuando llegó un segundo golpe anticipado: la falta de azúcar. Para ese entonces, el Paro cumplía 15 días y, en el Valle del Cauca especialmente, la industria azucarera empezaba a pronunciarse desesperadamente por la incapacidad de transportar dicha materia prima, fundamental para todos los productos que se producen en Aldor. En los bloqueos que atraviesan las vías intermunicipales del departamento, además, la consigna era negar rotundamente todos los camiones que tuvieran azúcar en su interior.
En la tarde del sábado 22 de mayo, Comestibles Aldor S.A.S detuvo su producción y, en un sentido comunicado enviado a sus empleados, los directivos lamentaron que no había fecha de reapertura definida.
La empresa venia de un año muy afectado por el covid-19, en el que gran parte de sus plantas se mantuvieron cerradas por meses. Por razones que aún no son fáciles de explicar ni entender, el consumo masivo de productos de confitería se vio afectado tanto en Colombia y el exterior debido a la pandemia. Y aunque el 2021 arrancó con fuertes expectativas de recuperación económica por volúmenes exportados, el Paro Nacional llegó como un baldado de agua fría en las juntas directivas extraordinarias que debieron realizarse ante la coyuntura.
Han sido mucho los llamados a la solidaridad por parte de los equipos comerciales de Aldor en el exterior a sus clientes en países donde llevan más de 20 años exportando sus dulces, pidiendo paciencia y confianza, pero muchos de estos se han visto en la necesidad de reemplazar la demanda con productos de otros países porque la incertidumbre con Colombia hoy es grande.
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