Petra Laszlo, camarógrafa de la cadena N1TV, fue despedida después de que, a punta de patadas, intentara evitar que los refugiados escaparan de una redada de la Policía húngara. El pasado miércoles, un día después de que se divulgara el video que la dejó en una vergonzosa evidencia, el medio en el que trabajaba dijo que la periodista no había sido capaz de dar explicaciones ni de pedir perdón. Lo hizo hasta ayer, cuando por fin decidió escribir una carta que los medios húngaros difundieron y en la que aseguró: “Siento sinceramente lo ocurrido. Prácticamente estoy en estado de shock por lo que hice y por lo que están haciendo conmigo”, y se justificó diciendo: “Es difícil tomar decisiones correctas cuando uno está en pánico. Yo no pude hacerlo”.
"Solo soy una mujer, una madre ahora ya sin trabajo que en una situación de pánico tomó una decisión equivocada", concluye la carta recogida por el portal Index. Y recalca que no se merece "la caza de brujas política" que se armó contra ella ni tampoco las amenazas que ha recibido, hasta mortales, que han llegado a su correo electrónico. Se defiende diciendo que no es una "reportera racista pateaniños". En Facebook se abrió la página 'Muro de la vergüenza Petra László', que cuenta ya con más de 35.000 me gusta. La Policía de Hungría ya interrogó a la periodista que la fiscalía acusó de hacer vandalismo.