Fue un 10 de septiembre de 2003 cuando la selección colombiana vivió una de las peores humillaciones de su historia. En el estadio Hernando Siles de Bolivia, la tricolor fue vapuleada y masacrada por los del altiplano en un partido que terminó 4-0, un marcador que fue registrado por los medios colombianos como una vergüenza nacional.
El partido referente a la segunda fecha de las eliminatorias rumbo a Alemania 2006, fue la segunda derrota de la selección en esas clasificatorias, después de haber sido derrotada en Barranquilla por la selección de Brasil 1-2. Las alarmas se encendieron después de tan lamentable actuación y fue una de las razones para que Maturana fuera reemplazado por el actual técnico de la selección, Reinaldo Rueda.
En el 11 colombiano había jugadores importantes, Juan Pablo Angel y Victor Aristizabal lideraban la delantera, en el medio campo estaban Giovanni Hernández y Jairo Patiño, y en la defensa Iván Ramiro Córdoba y Mario Alberto Yepes. Además, Oscar Córdoba custodiaba el arco colombiano.
Sin embargo, la selección boliviana salió a matar o morir, e hizo ver a Colombia como una selección de amateurs. Con un ataque formidable bailó a la tricolor de principio a fin y al final, con un gol de Baldivieso y un triplete de Joaquin Botero, Colombia perdió ese punto que al final de las eliminatorias lo dejó fuera de Alemania.
Un recordatorio de que no se puede subestimar a los rivales, por más faltos de historia o de fútbol sean. El balompié es indescifrable y ojalá hoy Colombia logre volver a ganar en La Paz y no haga el ridículo del 2003.
Vea tambien:
10 razones por las que la Selección Colombia necesita a James Rodríguez