Este martes 17 de marzo, en su alocución, el presidente Iván Duque expresó una nueva medida en la lucha contra el COVID-19, que consiste en el aislamiento obligatorio de las personas mayores de 70 años, a partir del viernes 20 de marzo y hasta el 31 de mayo. Esto mientras se alzan voces que piden medidas más restrictivas como la instauración de una cuarentena.
Con las medidas, hasta la fecha podemos empezar a ver el rumbo que quiere tomar el gobierno: la podemos llamar estrategia Duque, pero en realidad parece ser una copia de la estrategia que discutió en Reino Unido días atrás. A diferencia de los modelos más restrictivos como el Chino, lo que se busca es una infección controlada de la población.
El principio es el siguiente: la inmunidad de rebaño o de grupo, se basa en que al aplicar una vacuna a la mayor parte de la población, los restantes se encuentran indirectamente protegidos porque el patógeno no puede mantener su cadena de infección cuando gran parte de la población es inmune. En términos simples, no encuentra como saltar hasta un individuo susceptible porque al pasar por una persona con anticuerpos es eliminado. Para lograr esto se requiere alrededor de un 60-70% de la población inmune.
La estrategia Duque podría ser aislar la población más vulnerable que son los adultos mayores y permitir una infección del resto de los Colombianos, para que cuando el 70% más joven tenga anticuerpos, sea seguro integrar a los adultos mayores sin que el virus pueda encontrar un camino hacia ellos. Una ventaja adicional de este planteamiento es que a diferencia de los aislamientos, donde al finalizar las medidas restrictivas se puede generar un segundo pico, aquí no sucedería pues toda la población ya es inmune.
Suena muy bien el papel, pero en la práctica es bastante arriesgado por las siguientes razones:
- Es algo que se ha hecho, generando inmunidad a través de vacunas no de la propia infección.
- Es prácticamente imposible aislar completamente la población mayor de los más jóvenes, que son los que les proveen asistencia y van a encontrarse infectados bajo el modelo propuesto.
- El tiempo requerido de aislamiento de los mayores de 70 años, mientras se espera la infección y el posterior desarrollo de inmunidad en el resto de la población, podría superar los seis meses.
- No sabemos si la inmunidad que genera el cuerpo humano frente al COVID-19 es de duración prolongada. Conocemos que las personas infectadas con otros Coronavirus como el OC43 y HKU1 pueden estar inmunes por menos de un año, mientras en el virus del SARS la protección dura mucho más tiempo.
- Existe mortalidad en los grupos de menor edad, que aunque no sea tan alta, en una infección del 70% de una población con 50 millones de habitantes y nuestra distribución por edades, podría suponer cerca de 200 mil fallecidos.
En Inglaterra, después de las declaraciones en las que el primer ministro, Boris Johnson, y su consejero científico, Patrick Vallance, dejarán ver entre líneas esta iniciativa, fueron presa de fuertes críticas, entre ellas las del Imperial College, que estimaron alrededor de 500 mil muertes con la estrategia y un colapso del sistema de salud. Además advirtieron que consideran la estrategia de supresión como la única viable.
En días posteriores Graham Medley, quien hace parte de un grupo de científicos que aconseja al gobierno británico ha dicho: “La gente ha malinterpretado la frase inmunidad de rebaño, en el sentido de que vamos a tener una epidemia para infectar a las personas”, aclaró que el objetivo es el mismo de otros países: aplanar la curva escalonando la aparición de infecciones.
¿Es la estrategia Duque la inmunidad de rebaño? y de ser así ¿se mantendrá en ella o seguirá un curso igual al del Reino Unido? La apuesta es bastante grande.
