El jueves 10 de mayo a las 3:15 de la tarde un par de hombres en una moto dispararon a Mauricio Lezama en las calles de la vereda La Esmeralda del Municipio de Arauquita. Lo único que había hecho este cineasta era preparar una película sobre la alcaldesa de la Unión Patriótica asesinada Mayo Villareal. Estaba buscando personajes entre la población civil. Aún no se sabe quién lo mató por sólo hacer lo que amaba: películas que llegaran al corazón de la gente.
Su nombre ahora retumba en el mundo gracias a la protesta que hicieron en Cannes los cineastas Franco Lolli, Ciro Guerra y la escritora Carolina Sanín, invocando su nombre y dando una cifra aterradora: 160 líderes asesinados en un año. Esta fue su última entrevista: