Una de las estrategias de marketing más utilizadas en el cine contemporáneo es la de generar controversia: se pone sobre la mesa un tema candente para atraer la atención del público que en teoría se dividirá entre quienes odiaran o amaran la producción pero que en cualquier caso consumirán el producto.
Esta jugada (de la que se ha usado y abusado en los últimos años) se presenta en la nueva entrega de Toy Story con la inclusión de una pequeña escena donde se muestra a dos personajes femeninos dándose un beso. El resultado fue la esperada prohibición en varios países, muchos titulares y la muy predecible controversia en redes sociales, pero más allá de eso la película animada generó poco interés entre el público general.
Esa falta de interés está justificada: detrás del escándalo solo hay una película muy mal escrita que no involucra emocionalmente al espectador. La idea origen de esta producción fue conectar al Buzz Lightyear de la serie Toy Story con esta nueva entrega pero el Buzz de juguete tiene más personalidad que el Lightyear 2022 quien se supone si es humano y súper héroe de verdad.
Esa falta de personalidad es el resultado del estilo que ha caracterizado las últimas entregas de reconocidas franquicias propiedad de Disney: los escritores tienen el mandato de “deconstruir” a todos y cada uno de los héroes masculinos en pro de promover la diversidad. El nuevo Buzz es un vehículo que va y viene únicamente con el objetivo de mover una historia que debe dar un protagonismo compartido a personajes que representan a minorías históricamente relegadas. El resultado es una historia con personajes de cartón que están para llenar cuotas y poco o nada inspiran, el único que se salva es el gato Sox.
Muchos espectadores creen que Lightyear es la clásica historia de exploradores espaciales que tienen que superar dificultades para completar una misión y volver a casa cuando realmente este filme intenta dejar un mensaje de auto superación pero falla en ese intento y veremos porque.
Una misión y la añoranza de volver a un hogar se suponen son los ejes centrales de esta historia pero ninguno de estos dos elementos son presentados de manera adecuada en Lightyear: seLightyear nombra varias veces la misión pero nunca se aclara o se ve cual es y nunca llegamos a saber siquiera el nombre de ese lugar que tanto nombran como hogar. Esto deja a los espectadores en el aire y difícilmente alguien se puede identificar con un protagonista que vive detrás de dos cosas que no parecen interesarles demasiado a los demás personajes de la película y que los escritores tampoco creen importantes para revelarle a sus espectadores.
De hecho los escritores parecen ensañados en mostrar que Lightyear siempre está en el lugar equivocado: a los demás personajes los muestran bastante contentos de vivir en un planeta que se supone es extraño pero en el que progresan y desarrollan sus vidas, el único que nunca se da cuenta de ello es el protagonista por más evidente que sea en las escenas. Esa situación tampoco genera mucha compasión porque Buzz modelo 2022 nunca muestra señas de sentir nostalgia por algo o alguien además que nunca habla con nadie de la misión que tanto lo obsesiona (ni siquiera con su compañero de aventuras el gato Sox), Buzz es como un objeto inanimado que viaja en el tiempo y espacio para mostrar cómo se desarrolla la vida del casting de personajes diversos que lo acompaña.
Otro aspecto de la historia que pretende convertirse en moraleja esta tan mal planteado que no funciona: que el protagonista se obsesiona con enmendar un error del pasado. Se supone que la tripulación de la nave queda atrapada en ese planeta extraño por culpa de Lightyear pero en las escenas introductorias no se ve como tal: Buzz aterriza en ese planeta siguiendo órdenes (que no parecen tener mucha lógica) y difícilmente puede evitar estrellarse escapando de una situación que la película ya pinta como una catástrofe inevitable.
En general la película se nota que tiene presupuesto de sobra y hay un despliegue de todas las técnicas de animación por computador modernas pero carece de un buen guion, el resultado es una película bastante aburridora que acude a los trucos de marketing para ser relevante.