En estos días se ha hecho noticia la presunta corrupción en la contratación del servicio de vigilancia y seguridad privada en la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, gracias a las denuncias hechas por algunos veedores ciudadanos, pero, sobre todo; por la discusión que se genero entre los asesores de transparencia de la alcaldía actual y anterior con respecto a este proceso de selección.
Sin embargo, es necesario ser claros sobre una situación repetitiva y constante en la contratación en esta ciudad y es el hecho de que este y todos los demás procesos de selección de servicios de vigilancia y seguridad privada contienen requisitos que direccionan su adjudicación y no hace falta más que verificar cuales han sido las empresas que han prestado estos servicios a las entidades centralizadas y descentralizadas en los últimos 10 años.
Cuando un funcionario público sale a los medios de comunicación a manifestar que otorgar un mayor puntaje a las empresas que tengan su sede principal en la ciudad de Bucaramanga o que acrediten poseer 200 armas de largo y corto alcance no es direccionar un proceso, porque son requisitos de puntaje y no de habilitación, está menospreciando no solo la calidad de las empresa que prestan estos servicios en el país, sino la capacidad de análisis crítico de quienes escuchan la prepotencia de esta persona.
Si bien es cierto que los criterios de evaluación y puntaje no impiden la participación en los procesos de selección con las entidades del sector público, también lo es que participar sabiendo que de entrada se están perdiendo puntos que hacen imposible acceder al primer orden de elegibilidad es un buen ejemplo de una pésima gestión del riesgo, sobre todo cuando se está invirtiendo recursos físicos y económicos que no serán reintegrados en el tiempo, tales como la póliza de seriedad de la oferta.
Que una persona con el cargo de asesor en temas de transparencia y contratación justifique dichos requisitos excluyentes y subjetivos con base en que las empresas deben tener una reacción inmediata 24/7 frente a cualquier incidente y que tengan una mayor capacidad logística y operativa demuestra la falta de conocimiento en el objeto que desea contratar y una total ignorancia ante los procedimientos que se deben tener en la prestación de servicios de vigilancia y seguridad, ya que las reacción frente a situaciones o incidentes que se presenten durante la prestación del servicio deben ser atendidas primero por los organismos de seguridad del Estado y las empresas de vigilancia y seguridad privada no son reactivas, son preventivas y sus obligaciones son de medio, no de resultados.
Ahora bien, que se exija acreditar tener 200 o más armas (largas y cortas), para poder ejecutar un negocio donde solo se necesitan tres (3) armas equivale a pedir que una motocicleta tenga espacio para cinco (5) pasajeros; entre mas pasajeros quepan en la motocicleta, mayor su estructura y mayor la organización que se debe tener para mantener esa cantidad de personas sobre el vehículo.
Para este funcionario el pliego no excluye a las empresas de vigilancia porque uno de los requisitos habilitantes es contar con su sede principal o sucursal en Bucaramanga o en el área metropolitana, pero necio seria quien sabiendo que no va ganar se presente confiando en que tendrá oportunidad. Si usted tiene su local en Bucaramanga o en el área metropolitana, pero se lo compran solo si este tiene dos (2) baños y tres (3) espacios de parqueadero y no los tiene, igual usted lo ofrece, pero sabe que la probabilidad a que se lo compren es nula, el problema acá es que el contrato se hace con dineros públicos y que la constitución y la ley establecen requisitos que los funcionarios públicos deben acatar y defender a fin de garantizar la participación de todos en condiciones de igualdad y oportunidad.
Además, la descarada mención que hizo el señor González sobre que los prepliegos hechos por la administración en este proceso “corrige” inconsistencias que se presentaron en esta licitación en el proceso pasado y que en ese instante no se vio a Rodrigo Fernández rasgándose las vestiduras, demuestra que las muchas observaciones presentadas en el proceso anterior y las múltiples solicitudes hechas a la administración de la ciudad de Bucaramanga a través de diferentes medios son evaluadas de acuerdo a quien las presente y que canal se utilice para ello, ya que los adecuados son simplemente ignorados o respondidos de manera vaga, general y mediocre.
Una cosa es clara, en Bucaramanga y en el departamento de Santander se hace necesaria la intervención integral de los órganos de control, pero no de los funcionarios que trabajan en favor de los intereses de los lideres y gamonales, sino de funcionarios competentes que tengan interés en buscar la verdad y no conformarse con declaraciones vacías y acusaciones malsanas, por que el tema de la corrupción, del direccionamiento y de las irregularidades pasan por toda la administración publica y sobre todo, por todos los procesos de selección y lo que pasa en la Secretaria de Transito de Bucaramanga es la norma, no la excepción.