En lo corrido del año, la barra brava de Nacional, conocida como Los Del Sur, ha protagonizado desmanes en Medellín durante los juegos contra Independiente Medellín y Atlético Bucaramanga; en Ibagué durante el partido contra el Deportes Tolima, y en Perú, antes del enfrentamiento contra el Sporting Cristal, donde los barrabrava de Nacional robaron locales, transeúntes, se enfrentaron entre ellos mismos y atacaron con armas de fuego a la policía peruana. El más reciente enfrentamiento tuvo lugar en el aeropuerto El Dorado de Bogotá cuando regresaban de tierras peruanas, tras la victoria del 'Verde' en Lima. Todos estos enfrentamientos tienen algo en común: se dieron entre facciones rivales de la misma hinchada.
Detrás de estos desmanes está la pelea interna entre Los Del Sur y facciones disidentes ubicadas en Medellín y Bogotá. Dentro de la hinchada de Nacional, al igual que sucede con otras hinchadas del país, hay disputas internas por el control de la barra brava y por los beneficios económicos que perciben quienes la manejan.
Después del tour violento en tierras peruanas, la dirigencia de la barra verde puso en práctica una estrategia que, a juzgar por las sanciones mínimas que se le imponen, le ha dado buenos resultados: emitieron un comunicado en el que reprochan los incidentes, acusan a facciones disidentes de ser los responsables de la violencia y reafirman su compromiso de trabajar por la paz y la convivencia.
Ver: “A la Nacion Verdolaga los expulsamos del Atanasio por vándalos”: Los del Sur
Una búsqueda simple en la red muestra que este tipo de comunicados son bastante frecuentes en esta brava. En el papel, la barra verdolaga está llena de buenas intenciones. Pero en la práctica los actos violentos se siguen acumulando año tras año. La semana pasada Los Del Sur anunciaron a través de sus redes sociales que expulsarán a todos los vándalos de la hinchada verde . Para un ciudadano del común esto puede verse como una tarea noble, pero si se tiene en cuenta la fuerte disputa interna entre la barra oficial y las facciones disidentes, el mensaje de Los Del Sur parece más bien una amenaza velada. Bajo el mismo pretexto de expulsar a quienes ellos denominan vándalos, Los Del Sur se han enfrentado en el pasado a las facciones rivales en múltiples ocasiones. En el 2009 en el Atanasio Girardot, en el 2013 en el estadio Centenario de Armenia, en Perú en el 2014, este año en Medellín antes del clásico paisa y también en Ibagué . El conflicto ha sido tan radical que ha dejado al menos dos personas muertas, una en Argentina en el 2014 y otra en Medellín en el 2015. Permitir que Los Del Sur expulsen a las facciones disidentes puede ser peligroso y las autoridades deberían prestar atención al tema. Por un lado, es probable que se provoquen fuertes enfrentamientos como lo demuestran los antecedentes que se expusieron anteriormente. Por otro lado, es claro que Los Del Sur no tienen autoridad moral para determinar quiénes son considerados vándalos puesto que ellos mismo son conocidos en Colombia y en otros países por robar, atacar a hinchas rivales, usar armas de fuego e incluso asesinar.