Alfonso Ortíz Bautista, médico y exgobernador del Meta, solía decir que en la política todos los días amanece.
Y es que aunque pocos precandidatos han sacado aún la cabeza —lo cual es entendible, con tanto lagarto que les espera para desangrarlos en campaña—, y aún cuando muchos en el Centro Democrático del Meta le apostaban a un toma y dame entre dos —el exministro Juan Guillermo Zuluaga y Hernán Gómez Niño—, es claro que Zuluaga no precisa tanto el aval como sí Gómez Niño, quien madrugó hace tiempo a autoproclamarse como el ungido del uribismo para el codiciado aval en la pelea por la gobernación. Sin embargo, como el tigre nunca es como lo pintan, la verdad es que hasta hoy nada está claro al interior del partido.
Ahora aparece, como secreto a voces, un nombre que se le puede tirar la fiesta a más de uno: se trata del empresario y exrepresentante a la Cámara por esa colectividad, el señor Fernando Sierra. Aún cuando el empresario —en las pocas veces que se le ha visto por estos días— ha negado hasta la saciedad su posible pretensión, yo no estaría tan seguro de eso, pues hay que recordar que Sierra casi desapareció del escenario político poco después que Iván Duque ganó la presidencia. No se puede desconocer que en el Meta y la Orinoquia fue Fernando Sierra quien lideró esa campaña que a la postre dejó la presidencia para el Centro Democrático y eso es algo que pesa a su favor.
Esto sin mencionar, claro, su amistad y cercanía con la actual representante a la Cámara Jennifer Arias Falla, quien tras su nutrida victoria en los pasados comicios se convirtió no solo en la única credencial del CD en el Meta, sino también en una de las voces más influyentes a la hora de tomar decisiones en temas de avales o posibles alianzas interpartidistas.
Si bien Sierra no ha estado últimamente muy activo en el escenario público, y aunque al menos por ahora no se haya pronunciado, fuentes del alto gobierno me confirmaron que el tipo ha rechazado al menos tres tentadoras propuestas, entre ellas —por lo que se ha filtrado— una alta consejería. Esto solo tiene una explicación y es que Sierra podría estar cocinando su entrada a la selecta baraja del CD, donde tendrá que vérselas con un Hernán Gómez desgastado pero listo a dar la pelea y también con el exministro Zuluaga, quien goza de una muy amplia aceptación en un buen sector del uribismo criollo.
Habría que ver, eso sí, cómo le va a Sierra en los municipios, especialmente del sur del departamento, donde a decir verdad no le fue mal en su periodo como representante a la Cámara, pero donde a la vez hay muchas presiones antigobiernistas, máxime ahora cuando el favor del electorado dependerá en gran manera de la implementación o no de los acuerdos que hiciera el gobierno Santos con los excombatientes de esa guerrilla, muchos de los cuales están regresando o considerando su retorno a las armas.
La pelea está para alquilar balcón. Apuesto 10 a 1 a que el tema de una tercería por parte de Sierra en la pugna ya va caminando. Él podría incluso, en últimas, ser la carta tapada del presidente Duque, quien ha sido enfático en expresar en público su amistad y apoyo a el empresario Sierra, quien calladito, muy calladito, bien podría dar un salto y acabar por dañarle la fiesta a más de uno.