Nuestro país se encuentra en un momento coyuntural y decisivo para la subsistencia de las universidades públicas, lo que se traduce en la supervivencia de una educación pública, gratuita y de calidad. Para democracias tan frágiles como la colombiana la educación mantiene un papel protagonista, tanto para su mantenimiento como su mejoramiento.
Con el fin de conocer, quizás de primera mano, cuál es el diagnóstico y qué propone la plataforma de Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (UNEES), que surgió de los Encuentros Nacionales de Estudiantes de Educación Superior (ENEES) y que ha realizado ingentes esfuerzos en pro de generar espacios amplios, pluralistas y deliberantes frente a la problemática, compartiré a continuación una síntesis de sus posturas y exigencias, a través de un escrito compartido por el Dinamizador Regional Antioquia – UNEES, publicado a los 16 días del mes de octubre de 2018.
La coyuntura actual, enmarcada por la difícil situación financiera que atraviesan las instituciones de educación superior pública en el país, no es un problema de ahora, sino que es el acumulado histórico de un proceso de financiación regresiva a la cual fue sometida la educación superior a través de la Ley 30 de 1992, específicamente por los artículos 86 y 87, los cuales congelan los recursos de las instituciones, sometiéndolas a generar políticas de autofinanciación materializadas en la venta de servicios y en el alza indiscriminada de matrículas en algunas de ellas. De este modo se libera al Estado de su responsabilidad, a la vez que se descarga dicha tarea en la sociedad.
Aun cuando la problemática anteriormente planteada nos convoca al conjunto de los estamentos educativos a exigir una pronta solución a tan grave situación, no es esa la tarea fundamental, pues es esencial primero entender que las políticas educativas aplicadas desde principios de siglo apuntan a reformar el enfoque de la educación superior, cada vez más marginada a la mercantilización. Es por ello que el problema de la educación no se soluciona única y explícitamente con la inyección presupuestal exigida en el pliego, sino dando un paso que debe trascender de la lucha por más presupuesto para la educación pública a la construcción de una nueva ley nacional de educación superior que comprometa un renovado sentido y significado de la educación; el cual debe ser construido desde las necesidades de las clases populares, por los actores que en esta ocasión nos reunimos a luchar por una educación superior pública como derecho fundamental, que contribuya a solucionar los dilatados problemas de la sociedad colombiana.
Partiendo de la problemática estructural que afronta la educación, la necesidad imperante es construir un proceso amplio —en el cual hemos venido trabajando— que cobije todas las Instituciones de Educación Superior (IES), tanto públicas como privadas, decantando ya una exigencia histórica a niveles que el movimiento estudiantil antes no había surcado. Es por ello que varias exigencias de nuestro pliego como el congelamiento de matrículas de las IES privadas, la adición presupuestal de 4,5 billones para las universidades, instituciones universitarias e instituciones técnicas y tecnológicas, entre otras, consolidan el alcance que tiene el movimiento al apropiarse de la problemática de la educación como un asunto de diferentes sectores y sobre todo como una responsabilidad de todas y todos los colombianos por una educación que realmente cobije a los 48,5 millones de habitantes.
En el transcurso del presente año hemos adelantado un proceso de politización y contextualización en todo el estudiantado, el profesorado y diferentes estamentos al interior de los claustros, a través de asambleas y diversos mecanismos que han hecho posible recoger todas las opiniones y aportes que la comunidad ha emitido, llegando a conclusiones construidas desde las bases, convergiendo en Encuentros Nacionales de Estudiantes de Educación Superior (ENEES) y en otros espacios de coordinación que han permitido dinamizar el proceso.
Gracias al acumulado generado a través de los ENEES se posibilitó el nacimiento de la plataforma Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (UNEES) con confluencia de expresiones organizativas e individualidades del estudiantado, la cual nos permitirá trascender la actual coyuntura fundamentándonos en principios como la amplitud, la descentralización, la autonomía e independencia, la pluralidad, la combatividad y la democracia participativa. El objetivo primordial de nuestra unidad será la construcción de una nueva Ley Nacional de Educación Superior que vaya más allá de los gobiernos de turno.
Dada esta dinámica hemos construido un pliego nacional de exigencias que concentra las necesidades más inmediatas de la educación superior pública y privada y hemos visibilizado la coyuntura a través de diferentes movilizaciones desde principio del año, las cuales desembocaron en la marcha nacional histórica del pasado 10 de octubre y que continuarán hasta que nuestras exigencias sean solventadas a cabalidad.
Hacemos una masiva invitación a todos los sectores sociales y a la ciudadanía en general, para que respalden esta lucha y se articulen a la defensa de la educación superior como un derecho fundamental.