Ahora que se ha planteado en Colombia la paz total, la respuesta depende de que se entiende por paz total. ¿Es una sociedad sin conflictos violentos o además de esto sin grandes conflictos sociales?
La historia de nuestro país es de conflictos violentos. Desde el siglo XIX los distintos sectores de las clases gobernantes en disputa por el poder, propiciaron varias guerras civiles, donde el pueblo era usado para sus ejércitos. En medio de estas contiendas a inicios del siglo XX, perdimos a Panamá.
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Los partidos liberal y conservador en su lucha por el poder desde 1946 hasta 1958, según algunos historiadores, sumieron al país en una cruenta violencia, que terminó con el pacto del frente nacional, donde liberales y conservadores se alternaban el poder, sin que ningún otro partido tuviera posibilidad de gobernar.
Años más tarde se iniciaría la violencia guerrillera, con sus diferentes matices ideológicos y su supuesta lucha por las reivindicaciones sociales y para rematar ahora tenemos otro tipo de violencia propiciada por el narcotráfico, principalmente en las áreas rurales.
Esta breve reseña histórica sirve para poner en contexto a qué nos enfrentamos los Colombianos con el tema de la violencia o como lo dice un medio internacional: a la “guerra eterna de Colombia”.
Estos conflictos, además de la lucha por el poder han sido alimentados por la gran problemática social existente en nuestro país, por la falta de presencia del estado en gran parte de nuestro territorio, por la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el pasado, que propició la aparición de grupos insurgentes y ahora más recientemente por la demanda de drogas ilícitas, que tienen una gran rentabilidad en el mercado internacional.
En los últimos años ha habido algunos sucesos que dan esperanza, como los golpes que propició a las FARC el gobierno del presidente Uribe y que gracias a esto, el gobierno del presidente Santos pudo firmar un acuerdo de paz con esta guerrilla, sacando del conflicto a miles de combatientes, pero por supuesto sin alcanzar la paz total, que es otra cosa.
Hay otro hecho importantísimo para la reducción de los conflictos, que es el triunfo de Petro y su pacto histórico porque comprueba, que en esto la democracia Colombiana de ahora sí funciona, al respetar que primera vez un partido de izquierda llegue a la presidencia, quitando a la vez argumentos a los grupos armados, que dicen que si no es mediante las armas en Colombia no se puede llegar al poder.
Bueno, entonces sí es posible lograr en Colombia la reducción de los conflictos violentos, pero lograr la paz total es otra cosa, porque además del fin o de la mitigación grande de los conflictos violentos, se requiere la solución de los problemas sociales, que son el caldo de cultivos de estos conflictos, de la presencia y control del estado de todo el territorio nacional, del cambio de la lucha contra el narcotráfico, que no depende solo de Colombia, sino que es un tema internacional y especialmente de los Estados Unidos.
Pero aún si se alcanzan todos estos difíciles objetivos, la paz total es muy difícil de alcanzar, porque aún en los países de gran desarrollo social, subsisten algunos problemas sociales, que no son fáciles erradicar del todo.