La arrogancia no permitió al presidente Juan Manuel Santos aceptar que quienes estaban en contra de los acuerdos de la Habana, fueran tenidos en cuenta para no embarrarla ni hacer el oso internacionalmente. Queda como ejemplo para todo servidor público, que hay que pensar y actuar con prudencia y unidad municipal, departamental y nacional para que todo salga bien. Hoy ya se acepta por parte del mandatario, que los del no, también son la paz y no la guerra.
Las redes sociales demostraron a las grandes empresas de medios de comunicación, que el pueblo ya no les cree y se convirtieron en una fuente de poder que solo se midió en las urnas.
Las actuaciones presidenciales parecidas a las de cualquier joven sin experiencia que quiere hacer las cosas ¡ya!, sin medir consecuencias, y los apoyos de muchos congresistas, ministros y empleados públicos de poder, se convirtieron en lo mismo que termino siendo un jueguito de niños inmaduros, que prácticamente tenían una decisión y nunca pensaron en el pueblo que es dueño de la sabiduría.
Inclusive muchos politiqueros pueblerinos títeres del sistema se quedaron chupando dedo; querían implantar en sus pueblos una obligación de votar por él si utilizando carros, tamales, y dadivas. El pueblo demostró en su mayoría que ya tienen una madures política y de decisiones que no permite que sigan jugando con él.
Viene una época en la que se debe incluir en los diálogos para alcanzar una paz verdadera a todos los insurgentes que andan en conflictos. Ojala los que lideran el no, logren sentar a todos los grupos inconformes para que la paz se convierta en aquella frase ancestral que dice “Todos en la cama o todos en el suelo”.
Colombia es un país hermoso, único en el mundo que no puede seguir siendo desprestigiado utilizando palabras equivocadas, porque aquí nunca ha existido guerra sino un conflicto interno, producido por la corrupción de quienes como funcionarios públicos con poder o manejo de dineros han logrado lo que hoy existe. Es por eso, que en los mismos diálogos sobre la paz debieran incluir un tema respecto a limpiar de las administraciones públicas, a todo corrupto que se quiera aprovechar de los dineros del pueblo para beneficiarse personalmente; es la única manera de parar con el atraso de los pueblos y la pobreza que campea por todas partes produciendo los fenómenos del conflicto.
Los del no, no aceptaban el sin número de acuerdos en los que se beneficiaba a las FARC, sin importar que los males sociales continuarían pavoneándose por todas partes y las soluciones están en veremos.
