Por cada año de paz, Colombia ahorraría hasta $7,1 billones en degradación ambiental, pero quiero hablar de los beneficios a nuestra naturaleza y a las comunidades que son incalculables.
Estamos generando dividendos ambientales a través de la economía de la restauración para beneficiar nuestra casa común. Ya lo ha dicho el papa Francisco en su encíclica Laudato Sí, debemos proteger nuestra naturaleza y apostarle a la sostenibilidad. Por eso estamos apuntando al crecimiento verde y a mejorar la producción de nuestro país para que sea más limpia y sostenible. Por ejemplo, somos de los pocos países que tiene un impuesto al carbono, y hemos sumado el de las bolsas plásticas, entendiendo que todo se conecta y que en este planeta no estamos solos. La naturaleza nos está haciendo un llamado y debemos atenderlo y enfrentar los desafíos que eso implica.
Los recursos que antes se usaban para la guerra se van a utilizar para la paz y a la conservación de nuestros ecosistemas para que no suframos más degradación ambiental. La visita del papa será esa luz de reflexión y esperanza para cambiar el rumbo de las cosas que estamos haciendo y conciliar las diversas visiones de desarrollo.
Por eso, estamos impulsando temas como la Ley de Pago por Servicios Ambientales, que proveerá a nuestras comunidades con un sustento económico, resultado de su dedicación a la preservación de los recursos naturales locales. En esa misma vía, hemos creado los Bancos de Hábitat en donde la empresa privada se compromete a compensar su impacto ambiental.
Adicionalmente y como una de nuestras principales apuestas creamos el programa Bosques de Paz que beneficiará a comunidades organizadas con educación ambiental y prácticas productivas sostenibles, a través de la implementación de 150 bosques en todo el país; y el Programa Ambientes para la Paz, que fortalecerá el proceso de reincorporación de excombatientes a la vida civil, a través del cuidado del medioambiente, la protección de los bosques y del agua.
Hemos entendido que es importante tener en cuenta que la ecología también es íntegra y debemos empezar a ponerla en nuestra escala de valores.
Sin duda alguna, ya empezamos a capitalizar los dividendos de la paz con la apropiación y apertura de los Parques Nacionales Naturales; durante el 2016 rompimos el récord de visitas, y según reportó el Instituto Humboldt en el país se hallaron 109 especies entre plantas y animales en zonas donde el conflicto armado no había permitido la investigación.
Espero que la visita del Santo Padre nos llame a la reflexión y nos incentive para pensar en lo ambiental, lo social y lo económico para alcanzar la sostenibilidad. Al igual que él, los invito a dar el primer paso, a dejar de lado cualquier resentimiento y a que todos le apostemos al cuidado de nuestra naturaleza.