Solo basta escuchar la voz de famoso narrador argentino Mario Sabato, quien parece disgustado por tener que hacer análisis de unas imágenes que no son en directo y que aparecen cada que la señal de las antenas llega. Es bien sabida la gran afición que tiene este personaje por el ciclismo colombiano. Emociona escucharlo cuando narra una carrera y gana un colombiano, en especial cuando lo hace Nairo Quintana, “Nairoman” como él lo apodó. No obstante, el narrador ha sonado algo aburrido en las narraciones del Tour Colombia 2.1, esto debido a la mala calidad de las transmisiones que se han utilizado en las dos etapas ya culminadas.
En la primera etapa hubo un cubrimiento de todo el recorrido pero con un defecto en las imágenes, las cuales se congelaron y pixelaron en el seguimiento de la etapa. No fue algo agradable a la vista, se perdió la emoción de un evento de esta categoría, donde lo único que se veía con una buena definición y con buena señal era el punto de llegada, el cual recibía a los equipos que iban llegando buscando una buena posición en la clasificación general. La contrarreloj por equipos se la llevó el EF Education First Drapac Team, liderados por Rigoberto Urán.
Por otra parte, la segunda etapa nos dio la gran sorpresa de no seguir la carrera en vivo. En esta oportunidad no se hizo un cubrimiento del recorrido, no se corrigió el error del día anterior, simplemente se eliminó. Utilizaron un formato poco común en estos eventos, en el que solo hablan comentaristas y donde una joven presentadora está en los alrededores de la meta buscando historias bizarras, que los asistentes le cuentan. Se analizaron algunos momentos de la carrera que al parecer no eran en vivo, no se sabía con certeza cuánto tiempo llevaba el pequeño grupo de escapados del pelotón principal. Fue tal la incertidumbre de los narradores que se atrevieron a hacer algunas predicciones tales como: que el pelotón conectaría a los fugados y que habría una gran llegada con un esprint magnífico, cosa que se hizo realidad. En ningún momento los comunicadores se quejaron por no poder ver la carrera pero sí se notaba el disgusto en algunos de ellos. La carrera arribó a la meta y tomó por sorpresa a las pantallas y a los comunicadores, los cuales se apresuraron a narrar un final emocionante. Álvaro Hodeg se quedó con la etapa después de un embalaje bestial, victoria para Colombia y para su equipo el Deceuninck-Quick Step.
Ahora bien, queda algo para resaltar y es la ostentosa forma en la que Manzana Postobón, EPM, Éxito, Claro y otros patrocinadores se han aprovechado de las transmisiones para promocionar sus marcas y llenarnos de publicidad de sus productos. Así mismo, surge una pregunta, ¿dónde está la inversión de la señal comunicativa de los patrocinadores en esta competencia? Lo que han logrado es mostrar la mediocridad y la chambonada para cubrir eventos como éste. Cosa que no se hace con el fútbol. Estas dos etapas que se han corrido son algo triste para el ciclismo, queda un sinsabor en las personas aficionadas a este deporte. Esperaban con ansias esta carrera y solo han encontrado malas transmisiones.
Para concluir, solo queda decir que esperamos una mayor atención y aporte de los patrocinadores, gobernaciones y alcaldías en temas de señal televisiva, ya que la radio sigue sacando la cara por este deporte. Es muy feo tener que hacer una comparación con Argentina, país donde se corrió la Vuelta a San Juan, hace menos de un mes, en la cual hubo un cubrimiento y una transmisión impecable por parte de los encargados. Aún seguimos demostrando lo atrasados que estamos en el cubrimiento deportivo de eventos diferentes al fútbol.