Cuando el pasado viernes 18 de noviembre se oficializó que el senador Alvaro Uribe le bajaba el pulgar a Oscar Ivan Zuluaga en sus aspiraciones presidenciales, se desató una ola de histeria dentro de la sede del Centro Democrático en Chapinero. Llantos y lágrimas despidieron a Zuluaga. Una de las personas a las que mas le molestó la decisión fue a la pastora Claudia Rodríguez de Castellanos, la creadora y líder de la Misión Carismática Internacional, la iglesia evangélica que da mas votos en Colombia.
Durante casi dos décadas no hubo nadie más fiel que Rodríguez de Castellanos al ex presidente. Su fidelidad fue recompensada: aunque no tenía experiencia diplomática alguno fue nombrada embajadora en Brasil.
En cada reunión a la que asistió en los ocho meses que permaneció como embajadora en el cargo se caracterizó por lucir distraída en cada reunión a la que asistía, siempre en silencio, retirándose abruptamente, sin despedirse. En sus pocos meses en el Brasil acumuló un dossier de críticas que le fue entregado a su jefe directa, la canciller Consuelo Araujo. Resultaba evidente que ocupaba el cargo más por razones políticas que por calidades profesionales. Su padrino era nada menos que el Presidente Alvaro Uribe, quien le debía mucho.
La situación con la embajadora colombiana llegó a ser tan grave que cuando el gobierno de Lula requería algún tipo de interlocución tenia que contactar a su embajadora en Bogotá, María Celina Azevedo y ella debia hacer el puente con el funcionario del caso. Entre el 7 de octubre del 2004 y el 25 de agosto del 2005, el breve lapso del encargo diplomático en Brasil, Claudia Rodríguez de Castellanos se ocupó mejor a su proyecto de vida personal y familiar: la Misión Carismática Internacional, un movimiento creado por ella y su esposo, el Pastor Cesar Castellanos, en 1983. Treinta años después contaba con más de 200 mil seguidores en Bogotá, sedes en 22 ciudades de Colombia y en veinte países. Las actividades fuera de la sede diplomática en Brasilia eran más las de una pastora a la caza de fieles que la el de una funcionaria pública. Su cercanía con el Presidente le daba licencia para actuar a su aire.
A comienzos del 2002 Alvaro Uribe ocupaba el tercer lugar en las encuestas para llegar a la presidencia. Lo superaban el candidato liberal Horacio Serpa y la conservadora Noemí Sanín. En ese escenario aparecieron los esposos Castellanos y le mostraron su poder de convocatoria: juntaron 16 mil cristianos de la Mision carismática en el Coliseo El Campín a escuchar al exgobernador de Antioquia que aspiraba ser elegido a la Presidencia de Colombia un discurso contra el fracasado proceso de paz del Caguan impulsado por Andrés Pastrana. Lo recibieron con una frase biblíca que ambos esposos proclamaron al unísono "Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás bendición", con el que sellaron el apoyo al candidato Alvaro Uribe.
La cara política de la Misión carismática siempre la ha dado Claudia Rodriguez mientras su esposo se dedica más a las tareas pastorales y organizativas de la iglesia. Trabajan en llave. Aspiró a la presidencia por el Partido Nacional Cristiano en las elecciones de 1989 en las que resultó elegido César Gaviria . Obtuvo 33.645 votos que le sirvieron para lograr el año siguiente, dos escaños en la Asamblea Nacional Constituyente. Se estrenó como parlamentaria en el Congresito en 1991 y con sus 27.292 votos llegaron por primera vez los cristianos al Congreso. En el trámite de la única ley que propuso para las mujeres cabeza de familia conoció a su colega el senador liberal Alvaro Uribe Vélez, de quien se volvería en su gran aliada de su proyecto político.
La combinación de religión y política produjo réditos, especialmente económicos, pero con el éxito llegaron los problemas. En mayo de 1997 sufrieron un atentado cuando dos pistoleros en una moto dispararon contra los esposos Castellanos que regresaban con sus tres hijos de una ceremonia religiosa en Cajicá. A César lo hirieron en el pecho, a Claudia en el brazo. Los niños salieron ilesos, pero quedó la gran duda sobre el posible responsable. La declaración que alias Juan Macabro dio en la Fiscalía el 27 de Agosto de 1998 sembró aún más confusión; según esta los esposos Castellanos “se enriquecían ilícitamente mediante el lavado de dinero proveniente del narcotráfico”, señalamientos que llevaron a una apertura una investigación que no prosperó.
Claudia de Castellanos quiso probar su fuerza electoral en Bogotá y se presentó a las elecciones del 2000 logrando una alta votación de 181 mil votos. De regreso de su efímero paso por la embajada del Brasil logró volver al senado pero con un caudal electoral menguado: escasos 50.000 votos que le alcanzaron para llegar al Senado porque iba en las listas de Cambio Radical, en ese entonces, en el 2006, aliado del Uribismo. Su desempeño en el Congreso ha dejado mucho que desear al punto de ser calificada por la revista Cambio, después de ese periodo, como la congresista con más ausencias a plenarias.
En los ocho años de Uribe el poder de Rodriguez de Castellanos y su iglesia creció significativamente. Construyeron una nueva sede de para el movimiento donde podían reunirse 16 mil personas. Fue la primera iglesia en ofrecer el servicio de datafono para recibir los diezmos y el gran auditorio se convirtió un atractivo lugar de encuentro para políticos de todas las corrientes que han hablado desde la tarima: Horacio Serpa, Enrique Peñalosa y, varias veces, Alvaro Uribe quien desde la primera aparicion en la tarima arranco ovaciones acuñando consejos moralistas como el que reclama: “Hay que aplazar la sexualidad. Ese gustico es para la familia".
La monumental iglesia fue el escenario en donde el uribismo dio un primer paso en su camino a retomar el poder en el 2018. Allí el ex Presidente propusso una gran coalición que reuniera conservadores, uribistas y cristianos, en donde la pareja de Claudia y Cesar Castellanos jugarían un un rol esencial. Ahora ya nada de esto sucederá. Rodríguez de Castellanos cree que sin Zuluaga el Centro Democrático dejará abierta la puerta para que sectores moderados, a que muchos señalan de izquierdistas, entren a dominar el partido creado por el propio Álvaro Uribe.
Además, al liberarse del Centro Democrático, iría a apoyar a Viviane Morales quien podría pasarse a las toldas de Vargas Lleras en donde sería la fórmula vicepresidencial
Publicada originalmente el: 14 de mayo de 2017 con el título La pastora cristiana que nunca la ha fallado a Uribe.