Una allegada de Rafael Merchán, exsecretario de Transparencia de la Presidencia de la República, emitió una contundente comunicación en la que exige respeto frente al fallecimiento. En su cuenta de Facebook, Alemany Tello Lucía, amiga, publicó esta nota:
Llamado por el respeto de la memoria de Rafael Merchán
El 27 de diciembre, mientras nos arreglábamos María Antonia y yo para salir, recibí ese mensaje que nadie quiere recibir. Ese mensaje que me decía que Rafael, mi gran amigo del alma, había dejado este mundo.
Desde ese instante sentí como todo se derrumbaba al rededor y entre lágrimas y el corazón palpitando en la garganta, trataba de entender y asimilar lo que estaba pasando.
Los medios no tardaron mucho en conocer esta información y desde entonces se han convertido en un calvario para quienes lo queríamos.
Rafa, un hombre como ningún otro, lleno de historias fantásticas y no tan fantásticas, que nos hacían morir de risa, amigo incondicional, en las buenas y en las malas, fue un ángel en mi vida.
No escatimó en amor y apoyo para mí y para mi hija. Fue él, que con sus palabras y cariño incondicional, me respaldó y alentó desde el minuto uno, cuando sentados y muertos de lo nervios en un restaurante, supimos que María Antonia vendría a este mundo. Desde entonces conocí lo que es una verdadera amistad, llena de amor desinteresado, de compañía y de soporte mutuo, incluso en la distancia... Sin duda su padrinazgo con ella fue Honoris Causa. Ese 27 de diciembre mi corazón se rompió porque perdía a una de las personas más importantes de mi vida.
Quienes hemos vivido un duelo sabemos lo complejo del tema, sobre todo los primeros días. Nos encontramos buscando fotos, cartas, recuerdos, mensajes, canciones, todo lo que sea posible, con el fin, digo yo, de poder conservar un poquito más de quien se ha ido de nuestras vidas, con el fin de poderlo eternizar. Nos enfrentamos a momentos duros, de culpa, de negación y de infinita tristeza, pero también, a momentos de risa y recuerdos alegres que pintan sonrisas y derraman algunas lágrimas en nuestras caras... Quienes hemos vivido un duelo sabemos que todos estos momentos en los que nuestras emociones son como una montaña rusa, estarán presentes por un largo rato y por esto tenemos derecho a atravesarlos en absoluta paz.
¡Pero no! Desde el minuto 1, opinadores ignorantes y sensacionalistas, acompañados por nuestros “líderes” de opinión y medios de comunicación, no han dejado de poner, como se dice vulgarmente, el dedo en la llaga. Día tras día, hemos tenido que oír comentarios irrespetuosos y denigrantes frente a su muerte y todo lo que la rodea. Hemos tenido que ver comentarios revelando su vida privada, como gritos de auxilio para que dejen de entrometerse. Hemos tenido que leer incluso palabras refiriéndose a él como “buen muerto”. Todo esto incluso después del comunicado de su familia pidiendo respeto y haciendo énfasis en que la partida de Rafa fue una decisión personal, cuyas razones no tienen porque ser ventiladas por el simple respeto a su memoria.
¡Pero no! Todos los ajenos, desde Pedro Pérez en Aguachica-Cesar, hasta la reconocida Vicky Dávila, tienen tan poco para dar de su intelecto que se aferran a insistir e insistir en historias que hacen daño.
¿Será que quienes sufrimos su partida tendremos que ser expuestos a que medios revelen videos que nos terminarían de destrozar, solo para saciar la sed del amarillismo que tanto nos caracteriza a lo colombianos? ¿Por cuánto tiempo más, quienes estamos día a día, desde el 27 de diciembre luchando con éste duelo, tendremos que seguir soportando toda clase de comentarios ridículos y dolorosos que especulan sobre su partida?
Quienes quisimos y queremos a Rafa necesitamos y merecemos respeto y el derecho a poder hacer éste proceso en la mayor tranquilidad posible en medio de todo. ¿Hasta dónde los medios llegarán para seguir siendo tendencia? En esta historia hay desde personas mayores, hasta niños, como mi hija, tratando todos de asimilar la partida del gran Merchis.
La importancia de limitarse a informar sin crear conspiraciones, debería ser el pilar en el periodismo. Yo por mi parte le suplico al universo que no permita que seamos expuestos a detalles e imágenes, que solo nos harían más daño, por culpa de aquellos irresponsables con sus palabras.