Experta en la calificación de méritos académicos y profesionales, la rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya Castaño, advirtió en su momento que Álvaro Moisés Ninco Daza, actual embajador de Colombia en México, no cumplía los requisitos para ejercer el cargo.
No lo hizo como un pronunciamiento político, sino en cumplimiento de sus funciones como integrante de la Comisión de Evaluación de Méritos creada por el Decreto 750 de 2005. Sus compañeros de equipo, el ministro de Ciencia, Tecnología y Educación Arturo Luna Tapia y el director del Departamento Administrativo de la Función Pública, César Augusto Manrique Soacha, se apartaron de su opinión y le dieron el visto bueno a la designación de Ninco, que no es diplomático de carrera.
Los dos funcionarios, ministro y director del Dapre, decidieron que la ausencia de títulos profesionales del embajador podría ser compensada con la experiencia del entonces aspirante el cargo. Sin embargo, no habrían sustentado con solidez su decisión porque el mismo Decreto establece que la figura de la “compensación” es aplicable siempre y cuando exista una “experiencia sobresaliente en el desempeño de una disciplina, ocupación, arte u oficio”.
La Procuraduría General de la Nación revisó la decisión y evaluó las quejas que han sido presentadas sobre posibles irregularidades en el nombramiento, entre otras cosas porque el embajador no reuniría las calidades de un profesional, sino que su experiencia sería simplemente la de un empírico. Al hacerlo, decidió abrir indagación preliminar contra el ministro y el director del DFP.
La Unión de Funcionarios de la Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) cuestionó desde el primer momento el nombramiento y adujo que el nuevo embajador es apenas un bachiller académico. En su hoja de vida reporta que cursó nueve semestres de Política y Relaciones Internacionales, pero no se graduó.
El manual de funciones de la Cancillería establece que para ser embajador se requiere título profesional, título de posgrado y experiencia profesional relacionada, requisitos que Ninco no cumple. Tampoco podría siquiera participar en un concurso para un cargo de carrera porque para eso necesitaría el título de pregrado y el manejo certificado del inglés, considerado el idioma oficial de la diplomacia.
La Procuraduría decidió dejar la indagación en manos de la Sala Disciplinaria de Instrucción ya que entre los indagados hay un ministro de Estado que tiene fuero especial.
El auto de la Procuraduría destaca el papel cumplido por la rectora de la Universidad Nacional en este caso y subraya que ella no solo encontraba ausencia de méritos en Ninco, sino que indicó que su experiencia laboral no era la indicada para el papel fundamental que asumiría, si se tiene en cuenta la responsabilidad con México y la importancia como aliado comercial, político, económico y cultural.
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