Nos mintieron. Se los advertí: la de Santrich no era una movida “aislada” de la DEA. Por principio, la DEA no monta operaciones internacionales contra cuatros tipos tomando tinto que se manifiestan entre sí la intención de exportar coca a los Estados Unidos. Las pruebas que presentaron no tienen validez en Colombia, y la DEA conoce muy bien los términos del tratado de extradición. Según lo que nos informaron, no exportaron ninguna droga. Sin embargo, el mismo día en que publiqué una columna formulando algunas preguntas, salieron las autoridades a asegurar que Santrich era el único objetivo de la operación y que ningún otro miembro del Secretariado de las Farc estaba involucrado. Ver Captura Santrich .
Sin embargo, poco después nos enteramos también de que se habían llevado al sobrino de Iván Márquez para los Estados Unidos, y de que “estaba cooperando”. No se informó con exactitud sobre cuándo lo sacaron, ni para colaborar con qué, si se supone que tenían pruebas tan contundentes contra los cuatro involucrados. Pero como salieron tantos a repetir la misma mentira de que el único objetivo del caso era Santrich, todo volvió a la normalidad. Hasta ayer. Ayer salió la DEA a desmentirlos a todos: no, Santrich no es el único, tienen pruebas contra, por lo menos, Iván Márquez.
La filtración de los detalles de la operación obviamente no proviene de la Fiscalía,
porque contradice todo lo que el fiscal había venido diciendo,
y solo puede tener otra fuente: las autoridades norteamericanas
Esa filtración de los detalles de la operación obviamente no proviene de la Fiscalía, porque contradice todo lo que el fiscal había venido diciendo, y solo puede tener otra fuente: las autoridades norteamericanas. En un explosivo artículo publicado por el Wall Street Journal, se señala que existen pruebas de que Iván Márquez sí sabía.
Saltaron las alarmas, y en vista del silencio del gobierno sobre el tema, salió Humberto de la Calle a hacer un llamado para que, por encima de los formalismos, se anteponga el interés nacional y se nieguen las extradiciones. Hacerlo, asegura De La Calle, sería como firmar un regreso a la guerra. Poco después, vía Twitter, Santos le respondió que no iba a permitir que “se tiren” la paz. Las denuncias confirmadas por De la Calle, ya las había hecho también aquí. Ver Muerte Proceso de Paz
Hay mucho que decir sobre esa declaración. En primer lugar, apreciado Dr. De la Calle, la primera traición vino de las Farc, que son las que no han renunciado al narcotráfico. Igual que los paramilitares no lo hicieron en su momento. Y ustedes lo sabían. Lo sabía el presidente Santos y lo sabía usted como jefe negociador. Eso sí me consta personalmente, porque la Fiscalía se los advirtió de todas las formas: no se trataba solo de un sector disidente, el Secretariado no había cortado definitivamente sus lazos con el narcotráfico. Es tan cierto que ustedes lo sabían, que hasta el final del proceso, sin cambios a hoy, el gobierno modificó drásticamente la política de fumigaciones.
Hasta el día de hoy, tampoco hemos oído a ningún miembro del Secretariado salir a rechazar tajantemente el narcotráfico, y afirmar que cooperarán con las autoridades y que cumplirán con lo que han prometido: desmantelar el narcotráfico. Porque ese era uno de los puntos del acuerdo. Así que me parece muy peligroso eso de socializar las culpas hasta desdibujar por completo los hechos. Sí, la oposición ha envenenado de odio y mentiras a la opinión, el Congreso se ha dedicado al sabotaje, la Corte Constitucional carece de sentido de la historia y el gobierno tampoco ha cumplido con lo que prometió, así que sí, aquí todo el mundo se ha lavado las manos. Pero los gringos, usando el mismo español de su discurso, no tendrían con que tirarse la paz si las Farc no siguieran delinquiendo.
Ahora, dicho esto, De La Calle tiene absolutamente toda la razón en el punto central, y su llamado es valiente. El objetivo que debería unirnos a todos es la paz y la seguridad nacional: hay que posponer la extradición de los líderes de las Farc involucrados en el narcotráfico hasta que cuenten la verdad.
De La Calle tiene absolutamente toda la razón,
el objetivo que debería unirnos a todos es la paz y la seguridad nacional:
hay que posponer la extradición de los líderes de las Farc
Hoy, como nunca antes, la justicia colombiana cuenta con todos los medios, pruebas, millones de documentos y declaraciones, para hacer que respondan por los crímenes que realmente deberían sacudir nuestra consciencia: crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra, graves violaciones al derecho internacional cometidos contra ciudadanos colombianos, en nuestra tierra. ¡Las víctimas no se pueden quedar sin respuestas!
Las Farc han seguido en el narcotráfico por la misma razón por la que los paramilitares siguieron en el narcotráfico: porque la arrogancia que les produce la certeza de haberse salido con la suya, y el estar cubiertos por la más completa impunidad, los llevo a creer que podían continuar delinquiendo sin fin. Para evitar que, como pasó con los paras, la extradición derive en una nueva injusticia para las víctimas en Colombia y la desbandada de las filas hacia las bandas criminales, tenemos que enfrentar con valor lo hechos en Colombia, y hacer justicia aquí, cueste lo que cueste. La paz, señores, ¡no se funda en la política sino en la justicia!
