Te invade entonces el terror, la emoción no se queda ausente. Empiezas a ver noticias y todo es un bombardeo. No queda una cruz de pie, ni casco ni rodilla sobre la tierra húmeda.
Hace rato no te quedas solo en casa, pues te la pasas casi siempre por fuera, entonces será unos plones y ver Netflx (empezaste Luna Lunera), pero, después de un rato, al comenzar las noticias, comienzas a escribir.
Se encienden las alarmas. ¡Terror y pánico!
Van más de veintidós casos entonces, solo en Colombia. Contrastan mucho con los 150 mil a nivel mundial, los 15 mil en Italia, o los nuevos mil en España. El caso es que llegó a Colombia.
Varios en Antioquia, los mayores en Bogotá, pero también en Palmira, en el Valle, oís, un hombre de 48 años que llegó directamente de España, y por eso aumentaron el control en el aeropuerto, para todos los viajeros extranjeros; también en Rionegro, Villavicencio y Neiva.
Se encuentran en el Palacio de Nariño todos los acaldes y gobernadores que pudieron asistir, pero solo se ve a Aníbal Gaviria, gobernador de Antioquia, proponiendo la desescolarización preventiva en los colegios públicos de la nación, cosa que te embarga de emoción, porque sería no ir por unos días, tal vez un par de semanas. Universidades ya tienen clase virtual, La Nacho y la Distri también, además de resto de us privadas.
No sabes si es pánico, o es que si es que la cosa sí está como complicada. Hay varios noticieros, los locales y los internacionales, Internet, Face y What. Ya no sabes qué creer bien. Teoría del shock. Caos mediático. Algunas cosas van cambiando. Por eso, ayer ni saliste a tomarte algunas cervezas.
Todo el mundo habla de eso. En el cole, en la casa, hasta propagandas A Otro Nivel. Cambios extremos. El dólar se disparó. El Euro por las nubes. Disney y Universal cerraron parques. Ya no hay cines ni bares, ni reuniones públicas. El caso es que ya no hay Champions ni ligas europeas. No hay fútbol, ni siquiera acá, en Colombia. Eso sí es preocupante.
Se infunde el terror. Tus padres y hasta tu hermano corren campañas de higiene aséptica y salubridad por las redes, a partir de memes, videos y cadenas. Los noticieros de todo el mundo vociferan y vomitan recomendaciones y comentan la situación en cada lugar del globo.
Se decreta cierre de la frontera con Venezuela, en alocución directa de Duque por televisión. Muestran cómo se va atravesando la frontera a la mala, a nado y chalupa ilegal por otros pasos fronterizos. Hay desacato. El virus se extiende. Aparecen más puntos de tránsito de país a país.
Hacen la nota en Puerto Carreño también con agentes preparados en la plena frontera. Militares que no has visto nunca en tu vida, que protegen la movilización de migrante. En la Guajira, en La Raya, Paraguachón, salen también autoridades uniformadas entrevistadas, agentes impregnados de loción y preocupación que no es disimulada, porque hay varios pasos que es imposible controlar.
Siguen las noticias y muestran entonces lo de Italia y la gente que canta e interpreta instrumentos por los angostos balcones romanos. Muy cerca en Lombardía, murieron alrededor de doscientas cincuenta personas.
Van 5600 muertos, y 149 mil en el mundo. En Europa está en auge. 1500 muertos en Italia y España. Se dice que en China ya se está controlando la cosa, pero otros dicen que no se ha mostrado la verdad de la gente que muere en las calles.
Unos hablan que fue intencional. Que fue la misma China, y otros que Estados Unidos.
En irán, 97 murieron en 24 horas. Calles vacías. Se cierra el Louvre, la Eiffel. Rusia cierra más fronteras. Primeros casos en Ruanda y Venezuela. Se habla de que Bolsonaro ya la tiene y lo quieren desmentir. Al fin Trump se hace la prueba, pero está en Rueda de Prensa, pudiendo contagiar a los periodistas. Un muerto en Argentina por el Covid-19 (que no es la compra de votos de Iván Duque, porque eso de la ñeñepolítica se perdió por allí a en la cadena adenéica de la memoria colombiana). Técnicos, jugadores de fútbol, artistas y cantantes, recomiendan calma y seguir indicaciones.
Y entonces Angélica te manda por whatsapp el video de Duque, en plena rueda de prensa que recomienda el uso del tapabocas, y que se le exija al familiar contaminado que use el tapabocas que lo use, mientras tose en plena grabación y se tapa con el revés de la mano y del brazo, y termina la cancioncita de los créditos chistosos. Te defecas de la risa. Lo primero que te envía Angélica, tal vez acabó de despertar.
Varias cosas siguen trasitando en la red.
Cerraron la Luis Ángel Arango acá, ya paila concierto de Amon Ammarth, aunque ni has mirado si sí ya lo cancelaron, pero imaginas que sí. Sería sensato. Si decretan no clases en el cole, será internarte en la casa a leer y ver series.
Colocar Virus de Maiden en Face y rotar la noticias del fake, de que Los Simpsons predijeron el Coronavirus.
Siguen las noticias y afirman que se prohíbe en Cali la asistencia a bares y discotecas. No tanto porque sea imposición sino porque quién va a ir a tomar o a bailar. Además, a Cali llega mucho extranjero también.
En Neiva también, dos hermanas están contagiadas. Aaahhh, no, pero mientras le escribes a Angelus, escuchas que las hermanas de Neiva son de 74 y sesenta y pico años de edad. En Villavicencio una nena de 30 años.
En Puerto Colón se quedó atrapado un crucero, pues no los dejaron entrar a Colombia. Varios ya tomaron vuelos para volver, pero el resto se quedó rodando videos de inconformidad por las redes sociales, pero que ya pasan por las televisivas.
Todo esto es un lujo de la información. Es rico saber cómo lo mediático vuela a la velocidad de la luz y conquista la solaz calma de los ciudadanos. Ves cómo cada video va invadiendo las mentes de los que están conectados. Que ahora, son todos. Con los cables mentales, sesos estirados, pegados a las pantallas. Y succionas cada noticias con desesperación, ¿responsabilidad? ¡Entonces no vas a salir? Pero si mamá se fue a ir a encontrar con las amigas a un restaurante en la 30 con setenta y pico.
Las iglesias se abarrotan por el miedo y ahora se va a misa con tapabocas y con fila a la entrada con líquido desinfectante. Las personas invaden supermercados y arrasan con jabón, papel higiénico y demás implementos de higiene.
Anuncian que entre 4 a 8 años de cárcel si la persona no colabora con las medidas sanitarias. O multas millonarias como sanción por no acatar.
Entonces el Ministerio de trabajo llama a la responsabilidad de ir al trabajo, pues mucha gente se puede ir de concha y no ir a trabajar, aprovechando la conmoción. Pero entonces, ¿cómo sería en el colegio, si es un nido propenso a la distribución de conocimiento y babas de estudiante?
En Bogotá, no sólo por el pico y placa, se evidencia una acobijamiento de muchos. Aislamiento. Nadie sale. Los centros comerciales, solos. Los negocios andan flojos. Todo esto está un mierdero.
Trecientos veinti y pico se reunieron en el Inem de Kennedy, pues setecientas instituciones del Distrito se reunieron para proponer cómo serían las clases virtuales, en caso de ser el caso. Sería genial. Unos días en casa, mirando la lluvia resbalarse por los vidrios de la casa. Sentir el ruido en los tejados. Ver a Mao, el gato ladrón, y ver a tu perro pitar de desespero cuando intentas espantar a Mao.
¡Ishh! ¿Y en la cárcel cómo serían las medidas? ¡No había caído en cuenta! Pues nadie va a ir a otro caldo de cultivo posible para el Corona.
Tocará entonces comprar unas coronas. En México no van tantos infectados, puede que no vengan infectadas. Y, según se dice, el virus no puede viajar por lo inanimado. Aunque luego pasan la noticia y dicen que de uno a tres, o cinco días se demora el virus en las superficies que se tocan, dependiendo del material.
No importa. Nota: traer unas polas.
No sólo abastecerse de jabón y papel higiénico, ¡sino de pola, hijuemadre!
¡Bueno! Y lo preocupantes es que ya no se habla de nada más. Entonces es la pandemia de la información manipulada. Estrategia política en todos los países. Se olvida y se oculta información. Así, en cada país.
Ya cambiaron de tema, se acabaron las noticias del Corona. Ahora hablan hasta de Epa Colombia y su nueva condena de tres años, por romper a punta de martillo la estación del eficiente transmi.
En fin…
Seguirá el caos.
Mientras tanto, será almorzar. Y sacar la pola gigante de la nevera, pues papá ya llegó. Media y media en vasito y todo.
Tal vez salir un rato más tarde. Aprovechar, porque ya puede estar cerca…
El pánico cundirá…