Sin pagar un peso extra estoy viendo el mejor fútbol del mundo: Champions, Bundesliga, Premier, Serie A, La Liga, MLS, fútbol argentino, fútbol francés, Copa Libertadores, la belleza convertida en fútbol. Además, no tengo que bajarle volumen al televisor en los domingos de mi desesperación, para evitar las barrabasadas del raquítico nuevo periodismo deportivo colombiano. No, es que uno en ESPN aprende. ¡Qué tal el lujo de escuchar a Miguel Simón! El argentino, en pleno Manchester United vs Birmigham, te puede salir con una referencia a los Peaky Blinders o a los Sex Pistols, además de anécdotas propias en los mejores estadios de Europa. Qué diferencia con un tipo como Eduardo Luis -el rey de los domicilios- que en su vida habrá visto una película que no sea un Rápido y Furioso. Por cierto, después del desastre del Junior con Independiente del Valle, ¿van a echar a Dany Pérez, el que dijo en un riguroso programa de análisis futbolero que el campeón de la Suramericana era nadie? Ni hablar de la sabiduría de Diego Latorre comparada, por ejemplo, con el gnómico Jorge Bolaños, ídolo del Cúcuta, desconocido en Parma.
Y las mentiras que nos están metiendo causan indignación. ¿Cómo va a decir Peter Pan Londoño que tenemos que pagar 30.000 pesos mensuales porque vivimos en una sociedad capitalista? ¿No es infame que alguien que se desplaza en un Mini Cooper diga que de malas, que el fútbol colombiano solo puede ser visto por una élite cada vez más reducida que son los que pagan el canal Premium? Élite es ver Liverpool vs Atlético de Madrid, la táctica contra la técnica, dos de los mejores entrenadores del mundo enfrentados como dos mariscales en la martirizada tierra de Anfield. La diferencia no solo estaba en el espectáculo, en la imagen, en Firmino y en Joao Félix sino en los comentarios. Uno, después de este partido, se va convencido de que aprendimos un poquito más de fútbol europeo.
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Si quiero ver fútbol colombiano pues fácil, pongo Medellín 0- Boca 3 y constato que estamos a un millón de años luz de los argentinos
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La unión de Fox y ESPN es una bendición para los que fuimos expulsados del fútbol colombiano, los que ahora vemos la liga a través de las noticias cada vez más planas, más insulsas de Futbolred y portales parecidos. A mí no me hace falta en lo más mínimo, igual el único equipo que me interesa de los 20, el Cúcuta, está camino a desaparecer por culpa de la avaricia de su dirigente, uno de los que saldrán beneficiados si yo pago para ver el Premium.. Si quiero ver fútbol colombiano pues fácil, pongo Medellín 0 Boca 3 y constato que estamos a un millón de años luz de los argentinos. Confirmo que nunca, jamás, incrementaré en 30.000 mil pesos mí ya abultada cuenta en Claro para ver a Macnelly Torres en Alianza Petrolera. Faltaba más.
Sacan cifras, dicen que son casi 200.000 los colombianos que han comprado el paquete. Vaya usted a creer. Puede que sea verdad. Rentería y Vélez tendrán la platica asegurada. Manes tan de buenas, nunca necesitaron actualizarse, esforzarse demasiado para que sus dueños les dejen un camión lleno de plata solo por decir tonterías. Porque solo los que hemos pasado por la tortuosa terapia de escucharlos sabemos de sus limitaciones, de sus acomodadas, nunca dirán nada que vaya en contravía de lo que piensen sus empleadores.
Una dicha esta unión ESPN y Fox. Gracias a ellos podremos ver el mejor fútbol del mundo, ese que queda tan lejos de nuestras peladas canchas.
