“El lector de la Biblia está llamado a ser, no espectador, sino protagonista de lo que lee.”
Con estas peligrosas palabras abre el sacerdote Hernando Uribe su columna del pasado 18 de marzo en el periódico El Colombiano. El padre Uribe, como es obvio, nos invita sin preocupaciones a hacer propias las recomendaciones bíblicas porque la referencia a la que acude, en este caso, es una relacionada con la tolerancia y con la abolición del prejuicio (concretamente la conocida historia de la adúltera perdonada por Jesús).
Olvida el sacerdote que abundan en la Biblia invitaciones mucho menos santas, útiles para justificar cualquier barbarie. Y pasa por alto (dudo que desconozca) que si decidiéramos hacernos protagonistas de las lecturas bíblicas, nos convertiríamos en seres impresentables.
A propósito de la invitación del padre Uribe y de la Semana Santa, desempolvo un texto escrito hace algún tiempo a propósito del tema y que trata de dilucidar las diferentes aristas de la voz del dios cristiano.
La voz de dios está del lado de los poderosos:
"Cada uno en esta vida debe someterse a las autoridades. Pues no hay autoridad que no venga de Dios, y los cargos públicos existen por voluntad de Dios. Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se rebela contra un decreto de Dios, y tendrá que responder por esa rebeldía." (San Pablo, Rom 3, 1-2)
La voz de dios es misógina y discriminadora:
"Lo cierto es que no debe el varón cubrir su cabeza, pues él es la imagen y gloria de Dios; mas la mujer es la gloria del varón. Que no fue el hombre formado de la mujer; si no la mujer del hombre; como ni tampoco fue el hombre criado para hembra, sino la hembra para el hombre.” (1 Corintios 11:3-9)
No entrará en la congregación de Jehová el que fuere quebrado, ni el castrado. (Deuteronomio 23)
El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual es asimismo salvador. Que la esposa, pues, se someta en todo a su marido, como la Iglesia se somete a Cristo." (San Pablo, Ef 5, 22-24)
Los hombres de Sodoma querían violar a dos ángeles y Lot dijo. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. (Génesis 19:8)
Maldito sea el minusválido. (Ezequiel 4:12)
Las mujeres escuchen en silencio las instrucciones con entera sumisión. Pues no permito a la mujer enseñar ni tomar autoridad sobre el marido; mas estese callada. Ya que Adán fue formado el primero, y después Eva. Y además Adán no fue engañado, mas la mujer, engañada, fue causa de la caída en el pecado. Verdad es que se salvará por medio de los hijos, si persevera en la fe y el la caridad en santa y arreglada vida. (1 Timoteo 2:11-15)
La voz de dios es vengativa e invita al asesinato:
El justo exultará al ver la venganza, y sus pies lavará en la sangre del impío. (Salmos 58 - 11)
El Señor hablo a Moisés diciendo: "Toma primero venganza de lo que han hecho a los hijos de Israel los madianitas." Moisés hablo así al pueblo: "Ármese alguna gente de entre vosotros para salir a dar batalla, y ejecutar la venganza que el Señor quiere tomar de los madianitas. Escójanse mil hombres de cada tribu de Israel para salir a campaña." Y fueron elegidos mil de cada tribu , esto es , prontos para combatir los envió Moisés con Finees, hijo del Sacerdote Eliazar; entregándole al mismo tiempo los instrumentos sagrados y las trompetas para dar la señal. Trabada la batalla con los medianitas, como los hubiese vencido, mataron a todos los varones y a sus reyes Evi y Recem y Sur y Hur y Rebe, cinco príncipes de la nación: pasando también a cuchillo a Balaam, hijo de Beor. Y se apoderaron de sus mujeres y niños y de todos los ganados y de todos sus bienes; saquearon cuanto pudieron haber a las manos. Ciudades, aldeas y campamentos, todo lo devoró el fuego. Y tomando los despojos y todas las cosas que pillaron tanto de hombre como de bestia, Los condujeron a Moisés y al Sacerdote Eliazar y a toda la multitud de los hijos de Israel (...) Y enojado Moisés contra los jefes del ejército y los jefes de mil de cien que venían de la guerra, dijo: "¿Cómo habéis dejado con vida a las mujeres? Matad, pues, todos los varones que hubiere, aún a los niños. Y degollad a las mujeres que hayan conocido varón, Reservaos solamente a las niñas y a todas las doncellas.” (Números 31:1-18)
Por ti a nuestros contrarios repelimos y en tu nombre pasamos por encima de nuestros agresores. (Salmos 44-5)
La voz de dios exalta la violencia:
“No piensen que vine a traer la paz a la tierra; no vine a traer la paz, sino la espada. Vine a poner al hijo en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, y a la nuera en contra de su suegra." (Mateo 11, 34-35)
Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños contra las piedras. (Salmos 137:19)
La voz de dios desprecia el conocimiento:
"Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es tontería a los ojos de Dios. Ya lo dijo la Escritura: Dios atrapa a los sabios en su propia sabiduría. Y también: El Señor conoce los argumentos de los sabios y sabe que no valen nada." (San Pablo, 1 Cor 3, 18-20)
La voz de dios es demagoga y puede acomodarse a cualquier situación. La voz de dios es injusta, malvada, inmoral, represiva, amenazadora, inequitativa, racista, manipuladora e inescrupulosa.
Por supuesto, los cientos de miles de fieles que saldrán a celebrar la palabra de dios durante la Semana Santa (la mayoría de ellos sin haberla leído) estarán en completo desacuerdo conmigo. Pero es apenas obvio. VOX POPVLI VOX DEI: la voz del pueblo es la voz de dios.