Ayer, una nota ciudadana causó revuelo en las redes sociales. Al parecer la ciclista santandereana Ana Cristina Sanabria, que compitió en la prueba de ruta femenina en los presentes Juegos Olímpicos, fue maltratada y abandonada por Coldeportes. Dicha nota escrita por la ciudadana Ximena Martínez afirmaba que la competidora no recibió avituallamiento ni hidratación durante el recorrido; que compitió con su propia bicicleta, que ni la Federación Colombiana de Ciclismo, ni Coldeportes hicieron acto de presencia en caso de algún problema mecánico, y que, para colmo, nadie de su cuerpo técnico la esperó en el punto de meta.
¿Qué tan cierto es esto? Primero que todo hay que aclarar que aunque Coldeportes debe brindar apoyo a todos sus deportistas, es el Comité Olímpico Colombiano el que representa al país en estos eventos y que por medio de la Federación de ciclismo (asociada a este) debe encargarse de brindar asistencia y acompañamiento a los ciclistas que nos representen en estas pruebas. La denuncia adquiere fuerza y veracidad cuando se sabe de antemano que ni la Federación, ni el Comité, ni la entidad pública cumplen a cabalidad sus funciones, y que, en cambio, son conocidos por la corrupción interna que las carcome, mientras que los verdaderos protagonistas apenas reciben migajas de recursos que además son públicos.
Pero esto no puede ser excusa para desinformar a los demás con notas publicadas en medio de una ira espontanea. Tal como lo publicó La Cadenilla (uno de los portales de ciclismo más fiables del país, y que no ha dudado en denunciar los atropellos que sufren los ciclistas), Ana Cristina no fue abandonada. Al parecer, dos aficionados colombianos se percataron de que al llegar la santandereana al punto de meta (fue puesto 40, al diez minutos de la ganadora), no había ningún vehículo de la delegación colombiana esperándola. Al contrario, habían varios seguidores colombianos para sorpresa de la deportista. Los dos mencionados aficionados no tardaron en denunciar en sus redes sociales lo que consideraron un atropello, y esta denuncia fue deformada hasta tal punto que se añadieron hechos falsos como el que Ana Cristina tuvo que devolverse sola a la Villa Olímpica o que ni siquiera recibió agua en la competencia.
Pero fue el propio testimonio de Ana Cristina Sanabria el que desmintió parte de las denuncias: sí contaba con un cuerpo técnico apoyándola, pero el vehículo no había llegado cuando ella arribo a la meta.
¿Pero por qué ese retraso? Porque en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos un vehículo puede ser asignado a dos delegaciones cuando estas solo cuenten con una competidora. Solo en esta prueba compitieron 68 ciclistas en representación de 38 países, y asignar un vehículo por país provocaría atascos y retrasos a la hora de asistencia mecánica o medica. En este caso Colombia compartió vehículo con la delegación chilena, que fue representada por Paola Muñoz. Muñoz sufrió una caída al kilometro 17, quedando rezagada de pelotón, y tras el difícil recorrido tuvo que retirarse faltando 30 kilómetros para la meta. Claro esta, mientras se atendía a la chilena Sanabria llegó a la meta siendo recibida por los aficionados, y algunos minutos después llego el vehículo con el cuerpo técnico colombiano. En ese lapso los aficionados creyeron que la santandereana fue abandonada por su equipo.
Tiempo después, y con la repercusión que tuvieron las denuncias en redes sociales, la propia ciclista aclaro que durante el recorrido recibió la debida hidratación y avituallamiento, y que lamentablemente poco pudo hacer para pelear la carrera, pues otros países contaban con tres o cuatros ciclistas, y fueron las que dominaron esta prueba. Finalmente confirmo que corrió con su propia bicicleta, aunque no le dio importancia porque en el ciclismo femenino (lamentablemente) esto es algo normal. La Federación de ciclismo ha perdido toda credibilidad. Mientras tanto en Coldeportes imperan la corrupción y la “politiqueria”. Sin embargo, nosotros como ciudadanos tenemos que informarnos y evitar caer en las mentiras tan propias de la era digital. Solo así evitaremos caer al nivel del pésimo periodismo nacional. Como aficionados, debemos exigir apoyo a nuestros deportistas. Tal como denuncia la periodista Georgina Ruiz-Sandoval “Goga” el ciclismo femenino apenas recibe apoyo estatal. Con un poco de inversión seguro nos traerá muchas alegría.
Ayer en la transmisión del ciclismo femenino expusimos las carencias y falta de apoyo para ellas en el mundo, imagínense en nuestros países
— Goga Ruiz-Sandoval (@BiciGoga) 8 de agosto de 2016
Pido disculpas al Portal La Cadenilla por reproducir parte de su nota. Es uno de los portales más fiables e imparciales del país, y no tienen temor a la hora de denunciar a los personajes que detienen el avance del deporte.
