La verdad, pensé que eran mentiras los comentarios hechos por los bogotanos sobre "la otra cara del parque nacional" y no precisamente los sujetos que se van a fumar marihuana o la inseguridad por tanto ratero. Aun así, ya tenía el presentimiento y la desconfianza de algo.
Siempre que iba a realizar mi rutina de ejercicios observaba movimientos sospechosos de algunos sujetos e individuos que se apostaban sobre la colina de "la curva". Uno de ellos hablaba por el celular nervioso, otro contemplaba la cuesta colina abajo donde se encontraba la quebrada. (Esta escena se repite todos los días).
Varias veces pasaban hombres de unos 40 años y se internaban por la cuesta, la quebrada sobre "la curva". Eran movimientos dudosos, hombres con chaqueta y gorra que se notaban nerviosos a la espera de algo. Una vez pensé que eran narcos "por el azare" que me dio, tanto así que me retiré de el lugar y di aviso a la policía, ellos no hicieron nada.
Pues bien, en el día de hoy se internó un hombre con chaqueta y gorra a la quebrada...media hora después un joven subió por el camino donde me encontraba, vestía elegante y se quedó mirándome sin disimular. Cuando iba por la mitad del sendero un hombre de aproximadamente 40 años -que ya había visto la vez anterior pero ahora con chaqueta y camisa rosada- pasó de largo como si no conociera al muchacho. Disimuladamente una señal con la mano le indicó que se dirigiera a "la curva". El hombre de chaqueta se dirigió a la cuesta, mientras el joven esperó en uno de los rellanos del parque.
Al cabo de 20 minutos el joven atendió a su celular y se dirigió a la quebrada igual que los anteriores sujetos. Minutos después -cuando yo trotaba por la avenida y aprovechando que los trabajadores cortaban el césped- me desvié en dirección a la cuesta. En el momento que estaba al filo de la colina observé la espalda del joven arrodillado frente al sujeto de gorra que media hora antes había visto. Estaban al lado de un seto espeso que bloqueaba la visibilidad, aun así se observaban sus ropas y los movimientos. El joven le estaba practicando sexo oral.
Sorprendido y sin despertar sospechas seguí mi recorrido sabiendo que el hombre de chaqueta y camisa rosada podría ser el que dirige la mafia de prostitutos que reina en "la curva" del Parque Nacional.
