En días anteriores el portal La Otra Cara, en un escrito redactado por el periodista Edgar De Castro y replicado posteriormente en este portal, se hizo alusión a un espinoso tema que tiene que ver con las denuncias que interpuse en contra de los ejecutores del Contrato de Obra 770 de 2009, quienes se autodenominaron al momento del proceso licitatorio como la Unión Temporal del Norte (en adelante UTN), contrato que fue suscrito con la Gobernación de La Guajira para la ejecución del Plan de Infraestructura Educativo del Departamento y que superó los 134 mil millones de pesos en su valor final.
En este escrito del señor De Castro, se hacen graves acusaciones en mi contra y según la investigación del periodista, el señor Antonio Ávila Chassaigne, Representante Legal de la firma Avila Ltda, miembro mayoritario de la UTN, manifiesta que he amenazado su integridad física y me tacha de mentiroso por suponer que soy el informante de algunos medios de comunicación locales y nacionales, que han venido circulando noticias en su contra referente a la investigación que cursa en la Contraloría General de la Republica, por la ejecución del mencionado contrato.
El escrito del señor De Castro sin lugar a dudas se gestó en respuesta a la nota Los ‘Nule’ de la Guajira publicada en el mes de octubre, cuyo autor es el señor Carlos Rodríguez. Los que habrán podido conocer medianamente los hechos y consecuencias de las actuaciones de la firma Avila Ltda en la ejecución de este contrato, por algún motivo este ciudadano, a quien no conozco, tuvo acceso a gran parte de la información sobre este proceso, que hoy aun hace curso en la Contraloría General de la Republica (en adelante CGR), y que ya fue trasladado a la Fiscalía General de la Nación. El artículo tocó enormemente el ego del Señor Ávila, quien por razones genéticas ha querido siempre mantener su imagen de persona limpia e impoluta en la sociedad Guajira, pero que desafortunadamente para él, y afortunadamente para los guajiros de bien, se ha empezado a destapar la olla.
Lo extraño del caso, es que en ningún momento el periodista De Castro, autor del escrito antes mencionado, acudió a mí para consultar, complementar y cotejar la información, producto de su investigación y no se me dio la oportunidad de demostrar con pruebas, los hechos por los cuales hoy está siendo investigada la UTN, y por ende la firma Avila Ltda. Simplemente este escrito se limitó a exponer la cara benévola y pulcra de esta cuestionada empresa.
Pues bien, a continuación quiero mostrarles con pruebas, las mentiras del señor Ávila:
MENTIRA 1: El señor Ávila manifestó al periodista que hizo la investigación, que fui subcontratista de la Unión Temporal del Norte, en la ejecución de dos obras que se desprendían del macroproyecto de Infraestructura Educativa, objeto del Contrato No. 770 de 2009. Dejo claro que no he subcontratado jamás obras de este proyecto con la UTN, y que mi vinculación con el mismo fue a través de una firma constructora para la cual prestaba mis servicios como director de obras, mas nunca como subcontratista. De todas formas, las diferencias que aún existen entre estas dos empresas, no deben ser cortina de humo para ocultar lo más importante a la ciudadanía, que son los graves hechos de corrupción que ocurrieron en torno a este multimillonario contrato.
MENTIRA 2: A diferencia de lo que manifiesta el artículo del señor De Castro, he presentado una sola denuncia ante la Contraloría General de la República. Esta fue realizada públicamente, de manera verbal, en un foro realizado por el DNP en la ciudad de Riohacha en el mes de septiembre de 2012. Ya con las pruebas documentales, fue radicada por escrito el día 13 de septiembre de 2012 en las instalaciones de la CGR Regional Guajira. Posteriormente esta dependencia por la gravedad de los hechos denunciados trasladó el proceso a las oficinas principales en la ciudad de Bogotá. La acusación fue encaminada en los sobrecostos encontrados en el valor de las actividades de las obras contratadas y en el no cobro de la carga impositiva del contrato (tazas, contribuciones, etc.), nunca hice mención al no cobro del IVA, pues fue la CGR, quien en los más de dos años de investigación encontró algunas inconsistencias en este tema que desconozco.
LA GRAN MENTIRA: El Señor Ávila siempre ha tratado de minimizar mis acusaciones calificándolas como mentirosas y temerarias, tal como se afirma en el artículo de la discordia. Hoy debo informar por este medio, que SI EXISTEN HALLAZGOS por parte de la CGR en torno a este proceso, y que fue la misma CGR mediante oficio 2015EE0094566, de fecha 30 de julio de 2015, quien dio respuesta de fondo de la investigación producto de mi denuncia, en dicho oficio, firmado por la Dra. EDDY LUCIA ROJAS, Contralora Delegada Intersectorial, en algunos apartes del inciso 4.2. Dice a la letra:
“Se determinó igualmente que el contratista Unión Temporal del Norte, subcontrató con terceros la ejecución de las obras de 15 Instituciones Educativas, donde se evidencia que los ítems subcontratados son menores en precio a los pactados en el contrato principal No. 770 de 2009 …….”
“Al efectuar la comparación de los precios unitarios aprobados para el contrato de obra 770 de 2009, frente a los precios unitarios subcontratados por la Unión Temporal del Norte, respecto a las cantidades de obra ejecutadas, se determinó un sobrecosto por valor de $11.891’542.133 …… “
“Lo anterior demuestra que la Gobernación de La Guajira reconoció a la Unión Temporal del Norte valores superiores a los que el mercado ofrecía, sobrecosto que se hizo visible a través de la subcontratación realizada por esta, situación que obviamente afecta los intereses del Estado”.
Para los que no conocen a profundidad el tema, esto se refiere a que una vez suscrito el contrato 770 entre la UTN y el Departamento de la Guajira en el año 2009, la UTN posteriormente subcontrató con terceros gran parte de las obras al 50% de los precios por ellos pactados con el departamento. En resumidas cuentas, si la ejecución de una institución educativa era pagada por la Gobernación a la UTN a $ 1.000’000.000, la UTN posteriormente subcontrataba las mismas obras a 500’000.000, lo que generó unas utilidades exorbitantes y por encima de lo pactado en el contrato 770, y que por supuesto se convirtió en la prueba reina de la CGR para determinar la existencia de los sobrecostos.
El mismo documento en su parte final concluye como resultado de sus actuaciones,
“Las anteriores situaciones dan lugar a la CONFIGURACION DE DOS HALLAZGOS CON INCIDENCIA FISCAL, por cuantía total de $37.791’838.891 …”
“ Igualmente se procede a dar traslado de las irregularidades con presunta incidencia disciplinaria, a la Procuraduría General de la Nación, y a la irregularidad con presunta Incidencia penal a la Fiscalía General de la Nación para lo de su competencia”.
Posterior a esta comunicación, recibí de la CGR el oficio 2015EE0122243, de fecha 24 de septiembre de 2015, y firmado también por la Dra. EDDY LUZROJAS. En este oficio se explican los alcances a mis continuas peticiones sobre el estado del proceso y textualmente dice en uno de sus apartes:
“La observación de Sobrecostos del contrato 770 de 2009 se mantiene como hallazgo administrativo con presunta incidencia disciplinaria y fiscal”.
Como se puede observar, todo está dado para que inicie el proceso de Responsabilidad Fiscal en contra de la UTN, quien tiene como socio mayoritario a la firma Avila Ltda. Sin embargo, algún oscuro propósito tendrá este Clan que lidera el Señor Avila, que quiere ocultar lo que ha venido ocurriendo durante este proceso y no desea que se sepa la verdad del caso.
EL DESCARO: El señor Ávila con un descaro sobrenatural, reconoce que solo fueron intervenidas 43 instituciones educativas, pero no informa que en el contrato inicial por valor de 90 mil millones de pesos, se había pactado la ejecución de 57 colegios, y que en los meses posteriores al inicio de las obras fueron adicionados 44 mil millones más. A pesar de que el costoso contrato pasó de 90 mil a 134 mil millones de pesos, se redujo el número de instituciones intervenidas de 57 a 43, y los 33.000 estudiantes que hoy muestra el Señor Ávila como los grandes beneficiados de estas majestuosas obras, de no haber sido por el detrimento ya comprobado, hubieran sido más de 60.000.
LA PERVERSA MENTIRA: El Señor Ávila justificó siempre los sobrecostos encontrados en este contrato, con una extraña versión en donde afirmaba que entidades como Fonade y el Ministerio de Educación, habían revisado y aprobado los precios unitarios del mismo. En el artículo publicado el 6 de enero, se tipificó como perversa mentira el hecho de haber dejado al descubierto esta farsa, pues nos dimos a la tarea de consultar a ambas entidades sobre esta situación, y para nuestra sorpresa el Señor Ávila y su empresa fueron desmentidos en sendos oficios por ambas instancias (Oficio de ARQ Consultoría, CE-ADM-108, de fecha 26 de septiembre de 2012 y Oficio de Fonade, 20122310233691, de fecha 01 de octubre de 2012), este último documento dice textualmente en uno de sus apartes,
“…. FONADE no realizo ni aprobó los precios unitarios del Contrato No. 770 de 2009, en virtud de que el mismo fue suscrito directamente entre la UNION TEMPORAL DEL NORTE y el Departamento de La Guajira a partir del día 9 de febrero de 2010, es decir un año antes del inicio de la supervisión respectiva por parte de FONADE.”
Estos documentos hacen parte integral del expediente del proceso en la CGR,
LA VERDAD QUE EL SEÑOR AVILA NO QUIERE DECIR: Con el fin de disimular sus actuaciones irregulares, el Señor Ávila ha querido transformar lo que hizo en una Persecución Política, y menciona en el artículo mi vínculo familiar con el saliente Gobernador de La Guajira que nada tiene que ver en este asunto. Lo que no quiso decir el Señor Ávila es que él también es mi primo, que somos hijos de dos hermanas, y que llevamos orgullosamente el mismo apellido.
LA VERDAD:
La Verdad es que siempre he considerado indispensable y urgente que estos escandalosos hechos sean puestos en conocimiento de la ciudadanía, y sería muy conveniente y oportuno que la Asamblea Departamental de La Guajira dentro de sus obligaciones de control político, propicie un debate sobre el tema para que se conozca de fondo lo ocurrido. Si esto fuere posible, invito al Señor Ávila a que desmienta todo lo que he denunciado públicamente, de frente, dentro de los límites del respeto y la cordura, porque ante todo no soy un mentiroso compulsivo. Y para tranquilidad del Señor Ávila, permítame aclararle que jamás he pensado atentar contra usted, por el contrario, deseo que tenga una larga vida, larga, prospera y libre, para que trabaje muchísimo y haga mucha más fortuna, y así, en un futuro no muy lejano, pueda restituir todo el dinero que tomo de manera ilícita de las arcas del Departamento de La Guajira.
Por último, con mucho respeto, invito al periodista Édgar De Castro a investigar más a fondo, a conocer la verdad de los hechos en torno al oneroso contrato 770, a destapar cara oculta de Avila Ltda, la del líder del Clan, la verdadera cara del personaje que masacró económicamente a muchos profesionales de la región, el de las grandes y monumentales obras que hoy resalta y coloca como escudo para justificar el gran daño que ha hecho a los niños de nuestro departamento.
