La última reunión de la dirección del Partido Conservador, efectuada el pasado jueves, en la que participaron la excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez, la vicepresidenta del partido Ángela Ospina, el presidente David Barguil y miembros del directorio como José Darío Salazar, Mauricio Delgado, Myriam Paredes, Juan Manuel Corzo, David Valencia, Beatriz Jaramillo, Omar Yepes y Efraín Cepeda entre otros, puso al descubierto las dificultades financieras y políticas que afronta la colectividad liderada desde hace cuatro meses por el representante cordobés David Barguil. Un informe confidencial cuestiona el manejo de los recursos del partido desde el 2010 que coincide con la llegada del senador barranquillero Efraín Cepeda a la Presidencia en la que lo sucede Omar Yepes Alzate. La conclusión, según un uno de los nuevos miembros del directorio, es que "no existía una contabilidad ordenada, la plata entraba y salía según el interés político del momento, las finanzas se manejaban como plata de bolsillo y hay un descuadre de $1.000 millones en la reposición de votos de las elecciones de 2010 cuyo dinero no se le regresó a algunos de los candidatos en el Concejo". El hoy Presidente del Directorio, el representante Barguil dice que el Partido ya se puso al día, las cuentas están saldadas y arranca el 2015 con un presupuesto saneado.
El gerente administrativo, a quien Cepeda encontró y sostuvo en el cargo, responsable por los estatutos del manejo financiero, Víctor Torres, fue forzado a renunciar con la llegada de Barguil y regresó a su natal Medellín dejando muchos hilos sueltos que tienen inquietos a los miembros del directorio y en particular a Ángela Ospina de Nicolls, vicepresidenta del Partido, encargada de poner orden en casa.
Dos personas más, el secretario general Juan Carlos Wills, y el veedor del partido Gustavo Adolfo Cuello, una figura clave a la hora de aclarar las cuentas pero que poco aparece por el partido y no rinde informes, también vienen del tiempo de senador Cepeda, quien no mostró preocupación frente a los informes que se presentaron en la reunión de marras, y por el contrario, sonriente, prefirió emplear el tiempo proponiendo nombres de candidatos para gobernaciones y pavonearse con sus fluidas relaciones con el hombre de la plata en el gobierno, el ministro Mauricio Cárdenas, y el de la política, el vicepresidente Vargas Lleras. Su interlocución con el Presidente Santos, quien le ha respetado sus cuotas burocráticas en el gobierno, es igualmente buena.
La situación del Partido ya trascendió las paredes de su sede en el Parkway en la ciudad de Bogotá. La Corte Suprema de Justicia desempolvó una demanda del 2010 por los manejos financieros y han sido llamados a dar explicaciones los congresistas electos a partir de ese año. Una circunstancia similar deberá enfrentar el Partido en el Consejo Nacional Electoral donde están a la espera del informe financiero que fue presentado internamente y que inquietó a algunos miembros del directorio.
Las relaciones entre el poderoso Cepeda y el actual presidente azul no son fáciles. Barguil forma parte del grupo de parlamentarios que defendían la necesidad del Partido de contar con una candidatura propia en las pasadas presidenciales, que apoyaron a Marta Lucía Ramírez y derrotaron en la Convención conservadora a la vieja clase política en cabeza de los senadores Efraín Cepeda, Roberto Gerlein, Hernán Andrade. Una derrota que Cepeda pareciera no lograr asimilar.
En la citada reunión del jueves pasado no dudó en recordarle a Barguil que su periodo era de un año en su afán por retomar los hilos del poder del Partido sobre todo cuando se entra en el momento crucial de aprobación de avales y lo que ellos significan a nivel económico. Desde ya se anticipa una nueva pugna entre los dos parlamentarios sobre este tema, ya que Cepeda quiere impulsar para que obtengan el respaldo conservador nombres cuestionados como el de Yahir Acuña –su socio político en las pasadas parlamentarias- para la gobernación de Sucre y a William Villamizar Laguado para la de Norte de Santander.
El entusiasmo con que el joven representante quien tomó las riendas, no se compadece con los obstáculos que ha tenido que superar, que empieza por la complicidad del Palacio de Nariño con Cepeda cuya presencia pesa en el Partido, como cabeza de la bancada del senado con lo cual siempre está presente en las reuniones de la coalición de gobierno de la que los viejos zorros nunca se han apartado, en contravía con las directrices del Partido que apoyaron la candidatura de Marta Lucía Ramírez y no la reelección del Presidente Santos.