La opción de Clara López era mucho mejor que la de Santos, de eso no hay duda. Ella es mucho mejor formada y estructurada, le dio sopa y seco a la elite intelectual de Harvard y de los Andes. Economista de la una y abogada de la otra. Su experiencia como auditora y gerente, tanto en lo público como en lo privado, nos garantizaba que no se iba a dejar meter los dedos en la boca. Viéndola en los debates, les pregunto: ¿me equivoco?
De una amiga como Clara digo lo que sé, en cambió de un tipo como Santos a quien no conozco, digo lo que veo. Santos no habla bien pero se le entiende, por eso le ganó a Mockus, que también era mucho mejor que él, pero es que a ese no se le entendía nada, hablaba como un loco esquizofrénico y ni traduciéndolo uno, lograba comprender medianamente lo que quería decir. Por eso fue que ganó Santos. Hace cuatro años la gente le hubiera votado a Mockus si solamente hubiera podido dirigir ese caos de ideas que se le estrellaban y le pitaban en la cabeza. Es decir, concluyendo: a Santos no lo puso Uribe, Santos llegó al poder debido a la incapacidad de su contraparte. Si Mockus hubiera sido un poco más abeja y más carismático, estaría de presidente.
Digamos que trazando una media con babas, yo diría que a Santos lo favorecen sus resultados: ya no nos estamos jalando las mechas con nuestros vecinos, la economía se tomó un Red Bull, anda embalada y, lo más importante, tenemos sentados a todos esos barbudos bandoleros hablando de paz, en términos de entregar armas y dejar de traquetear.
La opción de Zuluaga es en cambio la oscuridad, el coco que más asusta, martes 13, Texas Chain Saw Masaccre, Hannibal Lecter muerto del filo. Antes de la Z de Zuluaga viene la M de muerte. Eso lo sabe el pueblo colombiano, inclusive una tajada grandota de los que votaron por él. Entre ellos mi papá, a quien adoro y respeto, pero que se precia de ser de extrema derecha, uribista, y que opina que solo a punta’e bala van a entender todos esos jóvenes manipulados que anidan en el monte con sus fusiles.
El problema es que Zuluaga, aunque no sabe hablar, sí es bueno para imitar, recuerden que Lord Sith, su amo de la oscuridad, le subordina el alma, la consciencia y hasta el par de pelotitas que le cuelgan del escroto. Por eso a Santos le va a pasar lo mismo que le pasó a Mockus. A menos que Clara se le pare al lado. Santos sin Clara se jode.
Sigo sin poder hablar con Clara, me llamó varias veces, pero yo andaba de audiencia, la llamé y ella andaba de discurso. Viajo fuera del país hasta el jueves y Juanita, su secretaria, el próximo viernes a las 3:00 de la tarde, terminará juntando a este gatito con semejante tigresa.
Me voy a atrever a decir qué es lo que pasa, así, de aventado e inconsulto: Santos a la que menos le sabe hablar es a Clara. Santos debe entender que con ella no es mermeladeando, que a ella no le puede hablar de puestos, de super intendencias, de embajadas, ni de ministerios, si Santos a ella le habla de temáticas, de problemáticas, finalidades y derroteros ideológicos... por ahí, si puede ser la cosa.
Y me atrevería a jurarlo, amando su país como ella lo ama, seguro se le pega al parche. Ella quiere un país en el que los niños de ciudad Bolívar estudien igual y con los mismos profesores que en el Anglo Colombiano, donde estudiaron sus hijos, señor presidente. Háblele de eso. Ella quiere que esos niños de Ciudad Bolívar desayunen, coman oncecitas y almuercen, que estudien música, violín y karate. Háblele de eso, señor presidente. Ella quiere que el campesino tenga un pedazo de tierra propio y que tenga que dejar de arrodillársele al gamonal. Háblele de eso, señor presidente. De la salud decente y digna, del respeto a las libertades y los derechos humanos, y verá que entiende... Y se las coge volando. Seguro que le copia, señor presidente.
Y a nosotros sus electores garantícenos dos cosas: que a ella la sienta también a hablar con los barbudos, para que arreglemos este muladar de muertos en el que estamos hace 50 años y que ella sí va estar a su lado o por lo menos sus ideas, que con su sonrisa son lo que más pesa.