Después de cinco años de unas negociaciones con altos y bajos, la llamada Oficina de Envigado, ahora en cabeza de alias Carlos Chatas, por quien el gobierno de Estados Unidos ofrece US $2 millones, parece estarse avanzando en firme. El más poderoso grupo delincuencial de Medellín con 350 bandas, está dividido en tres grupos, la línea Douglas, la Orion y la Alianza Criminal del Norte que tienen jefes inmediatos distintos, aunque todos están unidos en el propósito de desmantelar el grupo.
El primer paso sería un desescalamiento de la violencia en los barrios. El punto de mayor dificultad es el de encontrarle una salida a los millonarios recursos del negocio de La Oficina que recibe US$120 millones anuales en Pagadiarios, 40 mil millones de pesos en extorsión y aún no se sabe cuánto dinero recaudan por narcotráfico. Para el alcalde Federico Gutiérrez esta posibilidad tiene especial importancia ya que se ha fijado como prioridad de su gobierno lograr mejorar la seguridad de Medellín, empeño que ha asumido de manera personal.