¿Ha ido a Sanitas a conseguir autorizaciones o a hacer diligencias últimamente?
Yo sí, en Bogotá. La verdad, en estos trámites que pueden demorarse entre 3 o 4 horas, en medio de la interminable espera, me he encontrado varias imágenes.
Muchos adultos mayores, acompañados solo por sus bastones o paraguas, haciendo interminables filas para lograr autorizar los medicamentos que seguramente también se tomarán en la soledad de su casa.
Funcionarios (y ahí incluyo al portero, a los técnicos y a los administrativos) agobiados, sin descansar un minuto, recibiendo quejas y a veces tratos injustos en medio de circunstancias injustas.
Pacientes, cuidadores y en general usuarios totalmente agobiados por un sistema colapsado, primero por la enorme migración de pacientes y ahora por el hackeo de los canales virtuales sufrido por la entidad hace más de un mes.
¿Quién responde?, ¿cómo y cuándo se resuelve esta situación? Por ahora, no se sabe.
Cuando tenemos pacientes con enfermedades crónicas o graves, solo podemos hacer la fila y esperar. Pero no es justo ni digno, ni con los usuarios, ni con los trabajadores de la EPS.
Ojalá las autoridades de salud tomen medidas ante un tema tan serio y urgente, que además pone sobre la mesa la fragilidad de los sistemas tecnológicos en los que gira todo en nuestra humanidad actualmente.