La comunicación es la base inamovible del ser humano, esta moldea las acciones que realiza, sus filosofías, su comprensión de la realidad, e incluso su existencia. Partiendo de esta premisa, la comunicación se vuelve a su vez en una necesidad (hemos visto lo que le sucede a las personas que son aisladas de toda interacción humana: no terminan bien), y como es propio del ser humano, vemos en la necesidad un recurso a explotar. En el caso de la comunicación, tenemos como recurso la información, entendiendo a la misma como los datos pertinentes para la debida construcción textual de un artículo o guion.
Debido a la importancia de la información como agente catalizador de cambio en los paradigmas de pensamiento colectivo de una sociedad es que los países pertenecientes a esa élite supranacional combaten día tras día para extraer (y sabotearse) la mayor cantidad de información posible, inclinando la balanza a sus modelos de vida, para así masificarlas a lo largo de los años (la época de la conquista en tiempos modernos).
Bien lo decía Morales: “Aunque los hombres exigimos la verdad en la información, en el fondo la consideramos un problema, le tenemos miedo porque es difícil de aceptar, porque no conviene o porque es muy cruda” (Morales, 1996). Es debido a la incertidumbre del “¿qué habrá?” o del “¿qué se sabrá?” que no solo las potencias mundiales están atacándose incesablemente en busca de información, sino también los ciudadanos poco a poco han ido adaptando estos esquemas y/o temores dentro de sus prácticas. Ejemplo de ello son los millones de búsquedas de “hackear Facebook” o “¿cómo hackear WhatsApp?” en motores como Google o YouTube.
La información se ha vuelto el uranio de esta nueva generación. antes era un asunto discreto entre agencias de prensa, del gobierno y publicidad, pero estar en una sociedad interconectada que permite el “libre desarrollo comercial” y que juega con factores como la inmediatez o el desinterés ha generado que colosales como Facebook y Reddit se encuentren cada vez más en los juzgados y tablones de noticias por la manera en la que han construido realidades a partir de una construcción endeble de segmentos informativos.
