La única libertad que le interesa a Salvatore Mancuso es la que podría tener en Italia. Su defensa, encabezada por el abogado Nelson Eduardo Menjura, se ha enfocado en que el ex comandante del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia viva el resto de su vida en ese país.
Mancuso comparte apellido y sangre con uno de los clanes más poderosos de Sicilia, la Ndranguetta, y desde que fueron interceptados los audios en el BMW de Giorgio Sale, el testaferro del comandante paramilitar, se sabía del plan que tenía para irse a vivir un retiro de lujo en el país de sus ancestros. Su primo Doménico quien vive en Salerno es uno de los contactos para rehacer su vida en libertad.
En Colombia es esperado para que entregue su versión libre sobre las 139 masacres que cobraron la vida de por lo menos 800 personas y por las que espera ser procesado. Sin embargo, la salsa de Justicia y Paz le ofreció libertad condicional en el país si regresa y que lo cubriría durante cuatro años. Mancuso recibió la noticia en un centro de migración en Georgia, donde se encuentra desde hace once meses recluido, el lugar donde pagó 16 años de cárcel en los Estados Unidos. Allí espera ser deportado a Italia.
Salvatore Mancuso reapareció en una audiencia de la Comisión de la Verdad, gracias a la gestión del Padre Francisco De Roux. En esa audiencia, celebrada en el 2021, Mancuso le pidió a De Roux hacer todo lo posible para no regresar al país ya que temía por su vida. Esa ha sido la principal excusa que ha interpuesto el comandante paramilitar para no regresar a comparecer ante la justicia.
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