El Jarillón del Río Cauca en Cali es de esos lugares que, así sea invitado y llegando con conocidos, es peligroso. Es todo el límite de la capital del Valle con el río que desemboca en el Magdalena, y sobre el mismo Jarillón queda Villa Lorena, un centro de animales que ahora está en el limbo: puede dejar de existir. En su espacio había leones, pumas, tigrillos, elefantes y camellos. Pero ahora no queda uno solo.
Era 1995, y fue el año en que Germán Villegas Villegas se posesionó como gobernador del Valle. A la naciente institución Villa Lorena le regaló una inmensa estatua con un león, un águila y en medio Ana Julia Torres, la fundadora del centro de animales. La estatua, que hoy tiene un baño dorado, recibe a todos los visitantes.
Foto: archivo Eltiempo.com
Este año el Dagma - la coorporación ambiental de Cali - decidió cerrar el refugio. En enero dio la orden, pero llegó el invierno y todo se demoró. El río Cauca se desbordó y el refugio - que para muchos funcionaba como zoológico - se inundó. Los animales que podían nadar lo hacían, mientras que los otros se agarraban de las rejas o se paraban en la cima de un palo para no ahogarse. El 17 de mayo el Dagma tuvo que entrar, en botes, y salvar dos pumas y dos ocelotes que estaban a punto de morir de hambre y deshidratación, además de poder ahogarse. Ya en el 2011 había sucedido otra situación similar.
Pero aún así hay una comenzó la lucha por no cerrar Villa Lorena. Su dueña, Ana Julia Torres, y varias organizaciones que defienden a los animales pusieron el grito en el cielo. Comenzó a esparcirse el rumor que los más los más de 200 animales serían sacrificados. Le costó mucho al Dagma que la gente entendiera que el 70 por ciento serían liberados a su hábitat natural, otros 61 serían puestos en zoológicos y que solo siete serían sacrificados. La fundadora sacó un video en el que se adjudicaba la victoria de que muchos fueran a salvarse. También contó que luchará porque el Dagma, en vez de entregar los animales silvestres a otras instituciones, se los deje a ella, así tenga que comprar un lote nuevo.
A su rescate llegó la idea del viceministro de Interior Luis Ernesto Gómez. A comienzo de julio lanzaron un proyecto para que los votos, las firmas, los me gusta en redes sociales cuenten como firmas para iniciativas ciudadanas. Villa Lorena aprovechó esta oportunidad y en Change.org comenzó a pedir firmas para que no cerraran el refugio: consiguieron más de 36,000 firmas. El ministerio entró a funcionar como intermediario entre Villa Lorena y el Dagma, y al final consiguió que no se sacrificara un solo animal y que con la ayuda de las diferentes organizaciones animalistas de Cali, buscarían como reubicar a los que no pudieran ser puestos en libertad.
La mayoría de animales exóticos tienen algún tipo de condición física. Lo más común es que sean cojos, ciegos, sin dientes – Foto: AFP/ Luis Robayo change.org
Lo cierto es que los leones, pumas y tigres están todos con discapacidades físicas considerables, complicando la recepción de los zoológicos comerciales. Son animales con vidas bastante traumáticas.
Rumbero pesa más de 150 kilos. Su melena es corta, y tiene una mirada perdida, lenta. Rumbero era un león que tenían algunos narcos entre Pereira y Manizales, y lo transportaban, en una camioneta de platón, para animar fiestas. Llegando a Manizales, en un retén, la camioneta fue detenida. Después de revisar los papeles del animal y ver que no lo tenían, los policías lo fueron a incautar, y le hicieron pruebas de sangre. Dio positivo por cocaína. De ahí lo llevaron a al zoológico de Pereira, a donde lo recogió Ana Julia.
El trabajo de esta señora, y su refugio, fue por mucho tiempo un salvavidas para las alcaldías de Cali. El Dagma, que tenía la obligación de cuidar los animales en riesgo y situación de abandono, nunca lo hizo. Dejaron esa responsabilidad en personas naturales, como Ana Julia y muchas otras en Cali. Por eso, cuando este año el Dagma intentó cumplir su función, la gente se había olvidado que era responsabilidad del Estado esos animales.
El refugio-zoológico se convirtió en una bandera de los animalistas de Cali. Ana Julia salió en todos los grandes medio, y su labor salió reportada en todos los medios del país. Pero pocos saben del lado oscuro de la dueña. El 2011 fue su año negro. Desde el 2007 se estuvo discutiendo por en enorme escándalo de corrupción en Cali: dos concejales organizaron para robarse el dinero de la educación de los niños de Aguablanca - el mismo donde queda Villa Lorena - en el 2004, y tuvieron ayuda en todos los sectores de la educación. Ana Julia Torres, dueña de 3 colegios, fue condenada en el 2011 a pagar 7 años de cárcel y una multa de $950 millones de pesos por dar dinero a los funcionarios a cambio de beneficios y contratos.
Por ahora la batalla contra el cierre del refugio de 25,000 metros cuadrados la está dando la administradora María Eugenia Gutiérrez porque su dueña Ana Julia Torres cada vez más está cediendo terreno. Esto aumenta el halo de misterio al rededor del zoológico-albergue. Incluso algunas historias contadas por las mismas líderes del proyecto no coinciden.
Tenían un mono araña, Bernarda, con una bala en la espalda. En un video, Ana Julia contó que le habían disparado para quitarle su cría, y echó un discurso contra la adopción de animales silvestres. Recientemente la administradora Gutiérrez mostró el mismo mico, pero dijo que el tiro había sido por un vecino de su anterior hogar que lo vio robando comida.
Villa Lorena fue un paraíso de animales rescatados por la policía. No tenían dueño o estaban en poder de narcos y traficantes. La autoridad ambiental de Cali asumió su responsabilidad de asegurar la vida de los animales y ahora recuperaran su libertad, lo más seguro en los farallones de Cali, mientras que otros serán entregados a los zoológicos de Cali y Barranquilla. Algunos pocos terminarán en la Hacienda Nápoles, pero Ana Julia Torres quiere intentar quedarse con algunos, con los que no serían liberados, así le toque conseguirse un terreno nuevo.
