El primer paso lo dio el Ministro de gobierno Roberto Arenas Bonilla en el gobierno de Misael Pastrana Borrero. Mediante la resolución 00002 del 4 de Enero de 1973 quedó demarcada la Línea Negra o Zona Teológica de las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Con esta decisión se buscaba “proteger la cultura de los grupos Arhuaco, Kogi y Malayo asentados en la Sierra Nevada, incluye en el centro de este territorio un área circular delimitada por accidentes geográficos que se denomina la “LINEA NEGRA”.
Que la “LINEA NEGRA” incluye sitios que son considerados símbolos místicos por estas culturas: sta delimitación incluye sitios que son considerados místicos por estas culturas.
Que dentro de dichas culturas estos símbolos constituyen elementos fundamentales en su concepto del equilibrio universal, y que deben ser accesibles para hacer ofrendas que ayuden a mantener ese equilibrio.
Que el acentuado avance colonizador ha privado a los indígenas del derecho de acceso a estos sitios, lo cual mantiene en estado de tensión y angustia con sus consecuentes trastornos emocionales (…) En la resolución posteriormente se procede a demarcar simbólicamente la “LINEA NEGRA”, un trozo de geografía bastante amplio con puntos demarcados a los largo de varios departamentos del Caribe colombiano.
Veinte años después y con la nueva Constitución de 1991 y dentro del espíritu de la nueva Carta en la que los derechos de las minorías tienen un especial peso, el gobierno de Ernesto Samper encontró necesario reformar el artículo de la Resolución de 1973, para darle incluso un sentido mucho más afirmativo.
La secretaria general del Ministerio del interior, de la recién elegida Magistrada de la Corte Constitucional, Diana Fajardo, con Horacio Serpa Uribe como Ministro del interior, firman la resolución 837 del 28 de Agosto de 1995 con base a la obligación constitucional del Estado y de las personas en general de respetar y proteger la diversidad étnica y cultural de la Nación. E
En su parte resolutivo demarca nuevamente los “hitos periféricos de la Línea Negra”, describiendo con los lugares donde se hacen los pagamentos que están en el corazón de la cultura Kogi, Arhuaco y Malayo. Apartir de un juicio estudio antropológico el Ministerio del interior detalla áreas y lugares sagrados específicos que deben respetarse y posibilitarle su libre acceso a los indígenas. Vea la resolución 837 DE 1995 (pdf 2MB)
Es precisamente este el argumento de los Koguis de la Sierra Nevada de Santa Marta para oponerse a la construcción del edificio Megane que sería levantado en el cerro costero rocoso Jate Matuna. Mamos y autoridades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta también protestan por los escombros que estaban arrojando los constructores en la desembocadura del río Gaira, taponando el sitio sagrado Java Mameishkaka.
El Tribunal de Santa Marta dictó una medida cautelar que freno la construcción del edificio Magenta, una lujosa torre de 18 pisos porque los indígenas pierden la posibilidad de acceder al cerro que forma parte de la “Linea negra” y de donde además obtienen el material para los pagamentos de sus rituales.
La recién elegida magistrada que deberá velar por la aplicación de la Constitución de 1991 abrió hace veinte años, cuando apenas empezaba su trayectoria profesional, un camino legal que servirá a los indígenas Koguis para pedir protección a su cultura cada vez más amenazada por la civilización occidental.
