Federico Mejía, un cineasta de corazón se propuso enfrentarse al monopolio de la oferta de cine comercial que había en Bogotá y proponer una programación de cine alternativo, independiente. Hace ya veinte años montó la distribuidora Babilla Cine y empezó proyectando películas distintas en los mega teatros como el Astor Plaza y Teusaquillo. Ambos teatros terminaron cerrando y de paso dejaron a Babilla con sus películas, pero sin un lugar donde proyectarlas. Federico Mejia no se quedó quieto, le dio vida a un nuevo escenario: Cinema Paraíso.
Entre los años 2010 y 2012 empezó una verdadera explosión de cine independiente a la que se tuvo acceso por las nuevas distribuidoras que empezaron a surgir.
En el 2001 nació un nuevo proyecto para ofrecer cine independiente y en el 2001 abrió Cinemania, en el sector del Parque de la 93, convirtiéndose, con una capacidad de 300 sillas, en una verdadera alternativa de buen cine.
En 2014 la asociación colombo-mexicana a la cabeza del director colombiano Salomón Simhon trajo a Bogotá la casa cultural Cine Tonalá donde todo, desde las fiestas hasta la música giraba en torno al cine. Adecuó una vieja casa del barrio La Merced, a una cuadra de la carrera 7ma donde antes había un bar de salsa, nació “El lugar por donde el sol sale”.
En julio de este año Tonalá cumplía 6 años de existencia. Durante este tiempo realizaron más de 4.000 proyecciones solo de cine colombiano con cerca de 174 películas y 450 cortos. Poco a poco fueron consolidándose como la casa de importantes Festivales de cine como Bogoshorts, Festival de Cine Francés, MIDBO y EuroCine. Aquí la música, la gastronomía mexicana y la literatura se encontraban en un solo lugar.
En abril de este año los organizadores lanzaron sus señales de auxilio pero para julio las alternativas que plantearon dieron su ultimo respiro. Todo indica que el proyecto está cerrado indefinidamente y que hasta el momento las ayudas que recibieron no fueron suficientes para salvarlo. A falta de subsidios y la negativa de los bancos a dar créditos es muy complejo que se pueda pensar en soluciones de fondo a la crisis de un sector tan golpeado como el de la cultura.
Espacios como este son vitales y su quiebra pone en jaque tanto la producción de nuevas cintas como la posibilidad de que otros emprendedores se lancen a montar proyectos de este estilo. Durante el tiempo que estuvieron activos fueron la ventana de las propuestas alternativas del país, consolidándose como un lugar importante para la creación audiovisual colombiana.
Aunque la trayectoria de estos espacios es relativamente reciente. La razón de su existencia viene gestándose desde finales de los 80’s. Para entonces Cine Colombia tenía salas en todo el país y la oferta de cine se había ampliado para el cine comercial, pero al mismo tiempo había dejado de lado el cine independiente. Solo cuando estos proyectos nacen tanto la producción local como la movida cultural urbana empezó a tener un lugar relevante en la capital y en el país.
Sin embargo hoy todos estas salas agonizan en Bogotá y el resto del pais y todos se la juegan con una única alternativa: el streaming donde están actualmente disponibles sus catálogos con una selección importante de títulos y estrenos que pueden encontrar directamente en CinemaParaisoOnDemand.