Fue triste, desolador. Todos los que adoramos el fútbol amamos a Messi y por eso estamos triste. En la noche del viernes 14 de agosto en el Estadio La Luz de Lisboa Messi tenía la mirada perdida. Era un espectador más. En silencio, incapaz de rebelarse ante un destino inexorable. Sabíamos que era un partido difícil. La para de la pandemia benefició a la Bundesliga quienes fueron los primeros en regresar. Tenían ritmo de competencia y, a la vez, estaban descansados. Por eso el Lepizig también le ganó con un impresionante despliegue físico al Atlético del Cholo, por eso los alemanes fueron más pánzers que nunca ante el famélico Barcelona de Setién.
Sabíamos que era mucho equipo para un técnico tan gris. Que a pesar de Suárez, Messi y Vidal el Bayern era el favorito. Lo que no sabíamos es que la distancia era tan grande. Fue un baile, un repaso, la única comparación que viene a la mente es el 7-1 de Alemania contra Brasil en el 2014. Fue igual de arrollador, de humillante.
Nunca habíamos visto un ritmo tan frenético, asfixiante. Parecía otra categoría. El golpe al Barcelona es tremendo. Es peor sicológicamente que la debacle contra el Liverpool el año pasado. No hubo reacción. Las cosas dentro del equipo están muy mal. La dirigencia peleada con los jugadores, Messi con ganas de irse. El 8-2 en este caso no es sólo un resultado saca-técnicos -Setién se hubiera ido incluso si perdían por penales- sino que es una refundación. Y Messi se irá. Son muchos años sin Champions y, para un mto como Messi, tres copas europeas saben a muy poco.
Hoy no tuvo ni energía, de cabeza, ni explosión. Se parece cada vez más al Messi de la Selección Argentina. Ya son 33 años encima y las lesiones van haciendo mella. Será dificil retenerlo en Barcelona. Siendo ya el mejor jugador de la Historia puede hacer lo que se le dé la gana. Barcelona es su casa pero sería lindo regresar a Rosario. La dirigencia culé se tiene que ir. Suárez también. Hay que buscar la frescura de la cantera y traer tres figuras de talla mundial. A Messi hay que agradecerle todo lo que hizo por el club, pero sus mejores días ya pasaron.