“Ustedes dos no nacieron pa´ recoger café o pa´ andar limpiando la casa de otros” dice una moribunda abuela a las niñas Nelly y Fabiola momentos antes de sentir una molestia en su pecho, que augura lo peor. Esa misma noche las niñas tienen su primera presentación durante la celebración de los 200 años de algún pueblo genérico del norte del Valle, y la abuela que hizo todo lo posible para que así fuera, apoyó a sus nietas hasta agotar su último suspiro de vida. Así podría resumirse el primer capítulo de la producción que, desde antes de presentar su primera toma, advierte que “Es una historia de ficción que se inspira en algunos momentos de la vida de las Hermanitas Calle y en su obra”.
Caracol no escatimó esfuerzo alguno en su intento por enganchar televidentes con este primer capítulo. La presencia de la veterana actriz de teatro Carlota Llano como la abuela, fue casi que una joya; una cereza en el helado, de esas que muy raramente se ven en televisión. También vimos a un padre abandonar su familia por irse a Medellín junto a su “encanto”, un alcalde corrupto complicándole la vida a las protagonistas y un hermano problema cuyo único aporte a la familia son los dolores de cabeza. Todo esto, enmarcado en las coloridas calles de Marsella (Risaralda), que junto a Medellín, Chinchiná y Palestina sirve de locación para esta producción que aún no se termina de grabar.
La serie que Caracol estrenó el pasado martes a las 9:00 de la noche, fue enfrentada a Diomedes. Aunque los 10,5 puntos de rating que marcó no son para nada despreciables, fue superada por la telenovela estrenada el pasado mes de enero (12,4 puntos), que en estos momentos se metió en el punto más espinoso de la vida del cacique; la muerte de Doris Adriana Niño. Poco o nada importa que se haya perdido el visto bueno de la familia del cantante, ni las acciones legales que han anunciado sus hijos, mientras el televidente siga pegado a la señal de RCN. De lo contrario, no habríamos visto anoche su capítulo número 155.
En cuanto a televisión, la década de los 2010 será recordada no solo por la costumbre de llevar vidas y hechos reales a la pantalla chica, sino por el florecer técnico de nuestras producciones. La vendedora de rosas, Diomedes y más recientemente, las Hermanitas Calle, así lo corroboran. Todas tienen en común que además de ser bionovelas, tienen una factura técnica impecable. Hasta hace cinco años era un lujo grabar una telenovela/serie en HD; hoy es casi que requisito. La óptica del cine conquistó nuestra pantalla, al punto que ya no se habla de “grabación” sino de “rodaje”. También, la diferencia entre serie y telenovela se ha perdido. Es mejor hablar de series noveladas.
En todo caso, las Hermanitas Calle tienen ya serie/novela propia. Lo que en principio parecía un chiste de twitter, anoche se volvió una realidad y fue así como las intérpretes de La cuchilla pasaron a engrosar la creciente lista de homenajeados compitiendo por la sintonía en horario prime. Próximamente llegarán Celia Cruz, Kid Pambelé y Consuelo Araujo pues ya se están grabando. Se espera que en 2016 arranquen las grabaciones de Patricia Teherán, y hay rumores de que Carlos Vives también sería homenajeado, en coproducción con Telemundo. Faltan James Rodríguez, Paulina Vega, Gabriel García Márquez, Sofía Vergara y Shakira. Sin embargo, me encantaría ver una producción basada en la vida y obra de Esperanza Gómez. Soy optimista.
Por @enriquecart