Casi un mes después de haber sido estrenado Rompan todo, el documental que aborda la historia del rock en español, la polémica que sigue generando es impresionante. Buena parte del barullo tiene que ver con la posición asumida por uno de sus productores, Gustavo Sataolalla, de atribuirse el surgimiento absoluto de bandas tan representativas como Café Tacuba o Maldita vecindad. Los que han visto el documental saben exactamente de qué se está hablando. Los memes además han sido constantes y hasta repetidos, desde Santaolalla diciendo que el era la Flaca de Calamaro hasta que él le regaló a Charly García su primera colección de discos de los Beatles.
En todos los países -incluso hasta en Argentina- hubo polémica. Colombia no estuvo fuera de ella. Hubo un conato de bronca porque a la única banda que se le dio minutos e importancia fue a Aterciopelados. Ni Kraken ni Estados Alterados aparecieron lo que enfureció a buena parte de la fanaticada. Pero tal vez el peor error que se cometió fue ningunear Rock al parque.
Creado en 1994 siempre ha sido gratuito lo que lo convierte en el festival libre más importante y multitudinario de Latinoamerica. El único año que no se pudo hacer fue en el 2020 por las medidas relacionadas con la pandemia. Por sus tarimas han pasado la realeza del rock latinoamericano: Maldita Vecindad, A.N.I.M.A.L, Café Tacuba, Molotov, Manu Chao, Divididos, Spinetta, Babasónicos, El cuarteto de Nos, Fobia, Vetusta Morla, El Tri, osea, toda la santa lista.
Y el señor Santaolalla decidió borrar de un sólo brochazo 26 años de historia. Si, más allá de no nombrar monstruos como Mutantex, el gran error que cometió con Colombia, un error que en el país se ha tomado como un insulto, fue pasar de largo, ningunear, al gran festival de rock en español gratuito del continente, uno de los pocos logros de los que Bogotá debe sentirse orgullosa ante el mundo. Pero hasta eso nos quitaron