Acababa de ser virreina nacional y sin embargo era tan diferente.... en esa época, de traquetos, bombas y chanchullos, este pueblo se alimentaba viendo a mujeres hermosas desfilar por una pasarela. Pero Margarita Rosa tenía una belleza tan clásica, tan extraña que no parecía de este mundo. Y era mucho más que eso. Fue acaso la primera reina que decidió dar el paso primero a la presentación de noticias en 24 Horas y después a la actuación. Y tenía un talento fulgurante.
En 1986 hizo tremendo debut interpretando a Carmenza Lavalle, mejor conocida como la Niña Mencha, la cándida jovencita que enamoraba al boxeador Gallito Ramírez, quien era Carlos Vives, una de las promesas de la música colombiana. En esa época Vives no experimentaba con vallenatos sino que quería ser una especia de Charly García más pop. El boxeo, en ese año, estaba en pleno apogeo. Teníamos campeones mundiales como Fidel Bassa o Miguel "Happy" Lora. La dirección la hacía Julio César Luna y los libretos de Martha Bossio. En 1986 sólo unas pocas familias bogotanas podían acceder a Tele-Cable o parabólicas privadas así que los colombianos estabamos condenados a ver la cadena 1 o la cadena 2. Y ahí quedábamos, hechizadas ante esa historia de amor, él humilde, y ella rica. Los dos hermosos.
En 1988 el cuento de hadas se hizo realidad y ambos se casaron en 1988. La relación duró poco pero ambos siguen siendo grandes amigos. Margarita Rosa rompe el molde siempre y se está reinventando constantemente. No se conformó con ser sólo una diva sino que se transformó en una actriz de carácter, con presencia en películas emblemáticas como Ilona llega con la lluvia o Paraiso Travel, además de ser una de las columnistas de opinión con mayor influencia en el país.
Muchos de los uribistas que la insultan en redes la amaron hace 34 años, cuando era sólo una cara bonita. Que una mujer piense para los uribistas es una aberración imperdonable.