Hace casi 30 años la Policía Nacional marcó uno de los hechos mas horrendos que se recuerden en el país: el asesinato y la violación de una niña de 9 años. La edición número 566 de la Revista Semana fue la encargada de publicar el hecho sucedido el 28 de febrero de 1993 en la Estación de Policía de la Calle 18 A con Carrera 3 en Bogotá.
Sandra Guzman iba con su hija Sandra Catalina Vázquez a la estación para pedirle a su exesposo y agente de Policía Gustavo Vázquez la cuota correspondiente de manutención de su hija. Mientras la madre escribía una nota a mano la menor de 9 años se soltó de su mano y empezó a caminar por la estación. Para cuando la madre reaccionó su hija ya no estaba cerca y empezó a buscarla desesperadamente, pero cuando la encontró ya era tarde: estaba en un baño del tercer piso de la estación estrangulada con cuerdas de cortina y evidentes signos de violación. La menor seguía viva y la madre pidió ayuda para llevarla al hospital San Juan de Dios, pero lamentablemente falleció antes de llegar.
El agente Vázquez no estaba en la estación pero igual fue detenido por sospechoso, aunque las pruebas de esperma en el cuerpo de la menor descartaron que él estuviera involucrado. El tiempo pasó y solo 7 meses después se esclareció el hecho. Se analizó el ADN de los 120 policías que estaban en la estación y encontraron coincidencias con el ADN del policía Diego Fernando Valencia.
Fue capturado y confesó el crimen contando detalladamente la frialdad de sus actos. Cuando la pequeña intentó escapar, la estranguló con el cordón de su chaqueta y abusó de ella. Valencia sería condenado a 45 años de prisión de los cuales solo pagó 10 y fue liberado en 2006. Diego Aretz, reconocido periodista e intelectual bogotano, recordó la historia en su cuenta de Facebook.