El Canal Caracol le ha apostado a narrar el conflicto armado en Colombia desde otra perspectiva: la de una niña, quien luego de ser reclutada y pertenecer a un grupo guerrillero, decide reinsertarse a la vida civil. Una historia que evidencia algunos de los retos y dificultades de quienes le apuestan a la construcción de una vida después de la guerra.
Sin duda, que esto esté apareciendo en las pantallas de los colombianos cada noche y su aceptación --con un rating de 10.6, el 3 de mayo, según el portal en internet Rating Colombia-- es indicio que algo está pasando en nuestra realidad como país; que estamos aceptando escuchar otras historias; que estamos abriendo espacio para el diálogo y no muy lejos de escuchar, acto tan importante para entender la realidad y camino para perdonar y crecer como país.
Ahora, es importante hacer una reflexión del tiempo que estamos viviendo como sociedad, en un escenario futuro si se logran firmar los acuerdos entre los grupos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y es Estado colombiano. ¿Cuál será el papel de los medios de comunicación en la construcción de una cultura de paz? Estos tendrán un papel fundamental para hacer que el colombiano del común logre comprender las diferentes miradas y voces desde los actores del conflicto armado en Colombia.
Se vienen unos retos y el acto de asumir unos compromisos por parte de los actores estatales, al igual que de la sociedad en general para de trabajar en la construcción de un país más justo, con oportunidades para todos. Ahí será importante la participación de las universidades, los gobiernos locales, regionales y nacionales, de la empresa privada, de las organizaciones sociales.
¿Se imaginan a la primera generación de colombianos que viva sin conflicto armado?