Mairelys Contreras pudo voltear la página del capítulo más obscuro de su vida a partir de crear el Dorado, el café de moda en La Guajira.
En medio de la dificultad siempre es posible encontrar un motivo para seguir soñando con un nuevo amanecer en el Perijá. Mairelys Contreras enseña desde su ejemplo que esto sí es posible. Mairelys, mejor conocida como La Negra, es una campesina cafetera de La Guajira, más específicamente de la Sierra de las Marimondas en el municipio de Fonseca; ella, después de la tragedia, encontró en el arte de cultivar y procesar el café, la forma de brindarles un futuro a sus tres hijos.
Con el dolor de la masacre donde murió su tío por parte de las fuerzas paramilitares y la difícil realidad que estaban viviendo; la Negra fue obligada a abandonar su territorio y buscar refugio en el vecino país con su hija en brazos, tan sólo llevaba la esperanza de poder construir un futuro para sus hijos, sin la zozobra de la muerte que la estaba asechando.
Después de 23 años de exilio, la firma del acuerdo de paz le brindó a Mairelys la oportunidad de regresar a sus orígenes con todas las ganas de reconstruir y echar pa adelante; ella cuenta que cuando llegó a su tierra natal, solo encontró las ruinas de la vida que un día tuvo, pero esto no fue un obstáculo para una mujer que ya le había visto el rostro a la barbarie.
La Negra tomó fuerzas y reconstruyó desde los escombros, motivada por la posibilidad de poder admirar un nuevo horizonte en el Perijá, se incorporó sin dudarlo al trabajo de la asociación de mujeres cafeteras, conformada por campesinas que sienten su comunidad en la piel. Día tras días Mairelys, junto a 16 mujeres, despiertan a los fonsequeros con el aroma de un café recién molido, que lleva en sus granos el sentir de un pueblo que anhela poder dejar atrás las cicatrices que le ha marcado el conflicto.
La Negra es una de las mujeres que siembra, cosecha, procesa y comercializa el café, con el cual más de una decena de mujeres caribe, les brindan a sus familias la posibilidad de un futuro como el amanecer de la serranía del Perijá.
