Con la construcción en marcha del edificio View 63 (Calle 63 # 1-59), de la firma Cusezar, el paisaje de los Cerros Orientales, que es un patrimonio común y el mayor símbolo natural de Bogotá, se sigue deteriorando ante la mirada indolente de muchos.
Y cuando uno mira en retrospectiva para buscar la explicación, cae en cuenta de que la pasada gestión de Gerardo Ardila como secretario distrital de Planeación (2012-16) resultó nefasta para el paisaje de los cerros.
Con su firma, el Decreto 562 de 2014 eliminó el límite de alturas de edificaciones, lo que incluyó muchos sectores aledaños a los Cerros Orientales, donde la solución más viable, en ese momento, era simplemente haber fijado límites de altura como ocurre para predios cercanos al aeropuerto El Dorado.
Por fortuna, ese decreto ya no está en vigor (fue derogado por el posterior Decreto 79 de 2016), pero el daño ya está hecho.
Esperpentos como el conjunto residencial Kandinsky, con torres de hasta 31 pisos, más recientemente el edificio View 63 (ambos de la firma Cusezar), o Sierras del Este, con torres de 22 pisos en la Calle 61 (de la firma Arquitectura & Concreto), fueron borrando de un plumazo el paisaje en ese sector de Chapinero, por mencionar solo uno de los casos más visibles y lamentables.
Sin embargo, el fenómeno se repite en varios otros sectores aledaños a los cerros, deteriorando la vista de ese patrimonio común para lucro y en beneficio de unos pocos.
Lo más irónico es que cuando Ardila fue cuestionado sobre este tema en los medios de comunicación, tuvo el descaro de decir que estaba invitando a los desarrolladores a no construir cerca de los cerros, cuando en realidad fue él mismo quien les abrió la puerta para que lo hicieran sin mayor restricción.
Este grave caso de deterioro del paisaje más emblemático de Bogotá es también la confirmación de que cuando llegan a cargos públicos individuos tan negligentes e incompetentes pueden hacer mucho daño, que después ya es muy difícil o hasta imposible de revertir.
Ojalá el país y la ciudad tengan memoria y no permitan que gente tan nefasta como Ardila vuelva a ocupar un cargo público en la vida.