Una faceta inexplorada por los nuevos escritores vinculados a la ciudad de Popayán es la de la narrativa zombi, presentada como trabajo de grado, asesorado por el poeta y docente Francisco Javier Gómez Campillo, por los estudiantes de Español y Literatura de la Universidad del Cauca, Nancy Marcela Ceballos Cabrera y el también artista plástico Anderson Leonardo Mellizo Adrada, quien con una serie de sugerentes grabados alusivos ilustra las convergentes historias de los personajes cuyas vidas se entrecruzan en las dos narraciones bellamente editadas en el formato “Cara y Cruz” por la editorial de la Universidad del Cauca, dirigida por Mario Delgado Noguera.
En Infierno, la narración de Anderson Mellizo, un grupo de expedicionarios, con su patrocinador urgido por el afán de enriquecimiento rápido, guiados por un veterano baquiano, se arriesgan en una aventura por las intrincadas selvas de la Amazonía para encontrar al fabricante de un polvo negro que por sus alucinantes y devastadores efectos supera a las drogas hasta el momento conocidas.
Después de advertencias del chamán, acerca de los demoledores resultados de sus experimentos mezclando pócimas extraídas de raíces, béjucos y hojas de diversas plantas, logran obtener una cantidad de la droga, cuyos efectos al ser distribuida entre los habitantes de un pueblo de Nariño donde la experimentan son descritos por Nancy Marcela en Rumores de la montaña. Esto en variados y pintorescos escenarios donde transcurren historias correspondientes a diversos personajes que de una u otra forma se relacionan con el misterioso y trastocador polvo negro, que después de inhalarlo quedan enviciados, los lleva a desgarrar a mordiscos su propia carne y a deambular como zombis por campos y calles de ciudades y pueblos a los que llevaron la potente droga que como veloz epidemia se extiende contagiando a las poblaciones cuyos habitantes huyen para no transmutarse en muertos vivientes.
La conjunción de historias que con buen ritmo y tensión nos sumergen en paisajes y ambientes conocidos se convierten, al igual que lo hace la ciencia ficción, en metáforas o alegorías macabras de situaciones que vivimos en nuestra época, en sociedades anarquizadas por el afán de Tener y no de Ser, fomentado desde lo cotidiano y cultura predominantes, en comunidades gobernadas y habitadas por depredadores y consumistas compulsivos de todo artilugio y vicio, que como devastadora plaga, cada día arrasan y contaminan los recursos y la vida tejida durante siglos de evolución por la Pacha Mama, que con sus bostezos volcánicos y cambios de eje de rotación del planeta, no tendrá inconveniente en acabarnos algún milenio de estos, si es que primero no lo hacemos, al acelerar el calentamiento global o al desencadenar una guerra atómica promovida por dementes como Trump y Putin, quienes parecen haber consumido el fatídico polvo negro desencadenante de las historias atrapadoramente narradas por Anderson Leonardo Mellizo y Nancy Marcela Ceballos.