Rosa Isabel Zarama Rincón es una nariñense destacada en la academia, con Maestría en Relaciones Internacionales y Doctorado en Historia del Arte, es autora de Pasto, cotidianidad en tiempos convulsionados (1824-1842) y Vida cotidiana en San Juan de Pasto, 1770-1810, además de capítulos en libros de historia y artículos en revistas especializadas.
Nacida en Pasto en 1967, sus padres fueron Manuel Zarama y Mariela Rincón, “mi padre fue un amante de los libros que desde muy pequeño empezó a leer y a nosotros nos transmitió ese amor por la lectura; en mi casa, siempre mi papá se preocupó por comprar libros de carácter infantil cuando éramos pequeños”, recuerda.
Ejemplo y estímulo fundamental que permitió que ella, a la edad de siete años, empezara a interesarse por el mundo de las letras. “La experiencia con los libros marcó toda mi infancia y, luego, me incliné por en la Universidad Javeriana”, agrega.
Esta nariñense en el campo de la investigación histórica, a lo largo de 32 años de vida profesional, se ha interesado por acontecimientos ocurridos en el sur occidente colombiano: Pasto, Ipiales, Túquerres, Barbacoas, Sandoná y la costa pacífica.
“A mi particularmente me llama la atención la vida cotidiana porque ella resume y recrea la vida de todas las personas. Me interesa ese pastuso, ese nariñense, ese barbacoano con sus alegrías y tristezas del día a día y pongo la mirada en las cosas materiales que tienen las personas”, explica en relación con su método de estudio.
Con su vocación ha desarrollado una historia de los oficios, la panadería, los escribanos de Pasto, “ya que los oficios encierran un conjunto de conocimientos que es necesario que la sociedad los conserve porque esos conocimientos pueden ayudar a entender lo que ocurrió en el pasado”.
En esa línea de trabajo, Rosa Isabel Zarama se ha interesado mucho por el barniz de Pasto, “una manifestación extraordinaria que se consolida en la colonia, porque en la época prehispánica el uso que se le daba a la resina del Mopa Mopa, es diferente al de la colonia. En los discos giratorios de los pastos hay espacios decorados con Mopa Mopa, pero en la colonia con la influencia española se presenta un auge y se empieza a usar como una técnica decorativa”.
Recordemos que el barniz de Pasto es una expresión artesanal de la capital nariñense y sus alrededores que es muy reconocida y valorada en todo el país y el exterior por la belleza de sus piezas, gracias a la utilización de resinas ancestrales unidas al talento y capacidad artística de los artesanos del sur.
Rosa Isabel Zarama pertenece a ese grupo de ilustres nariñenses que hacen honor a la intelectualidad del país con gusto, disciplina y autenticidad en su trabajo. Es una profesional que cuenta con méritos suficientes logrados a través de un trabajo investigativo serio y una formación académica adecuada para recrear ese pasado particular en su idiosincrasia que es característico de las tierras de Nariño.
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