Confieso que me queda cuesta arriba creer que María Isabel Rueda va a dejar de ser "muy uribista" de la noche a la mañana. Analizando bien su columna de opinión "Uribe en crepúsculo", hay una adulación desbordada. ¿Por qué no la tituló "El crepúsculo de Uribe"? Pero no solo llama la atención cómo titula, sino que lo destaca como un domador de bestias de carga cuando le recomienda que se dedique a enseñarles a sus nietos a montar a caballo sin derramar ni una gota de café.
Pienso que esa columna de opinión fue revisada por Uribe; incluso, su publicación fue autorizada por el propietario de las vacas, los caballos y los burros de la hacienda El Ubérrimo; con la columna de opinión "Uribe en crepúsculo", María Isabel Rueda quiere dar entender que Uribe no suma votos, sino que resta.
La susodicha columna de opinión consiente pensar que, en consecuencia, como al expresidente no le conviene alejarse mucho de la política por diversos motivos que son de dominio público, entonces iría a inaugurar una suerte de estrategia totalmente diferente a la de las pasadas elecciones, que consistía en votar por el que decía Uribe y que ahora no sería así, sino que probaría darle la vuelta a la estrategia; se buscaría que se vote por el que Uribe ataque para empujar hacia el candidato de la derecha "moderada" a toda esa capa de votantes que dice que no vota ni por Uribe ni por Petro, los "ninis". Algo así como encaminar a los electores "ninis" para que voten por el candidato de "centroderecha", el menos malo, que no es ni el de Uribe ni es Petro. Esos votantes son los que la derecha quiere captar a como de lugar. Los "ninis" de la política, ni derecha ni izquierda, también son llamados tibios.
Repito: tal vez la columna de María Isabel Rueda quiere hacernos creer que Uribe no suma, sino que resta votos, porque supuestamente el expresidente es muy odiado. Y cualquiera pudiera pensar que es así, pues durante el pasado paro nacional muchas ciudades se declararon antiuribista. No obstante, no pequemos por ingenuos; el expresidente concentra mucho poder.
Además, desde que Iván Duque ganó la presidencia de Colombia, porque ese fue el que dijo Uribe, quedó demostrado que cualquiera puede ser el mandamás del país si cuenta con el apoyo de Uribe. Nadie se sorprenda si mañana a María Fernanda Cabal nos la ponen de presidenta.