Sus abuelos y también su padre fueron músicos y de allí quizá nace todo el talento musical de Jorge Grajales. Empezó con su padre en un pequeño grupo que conformó con sus hermanos y que llamaron Los niños cantores con quienes hacían música cubana hasta pasar a orquestas de reconocimiento y nivel profesional.
Compartió con Jairo Paternina, uno de sus referentes en el estilo tropical cuando hacían parte de El combo de las estrellas, “ya cuando fui contactado por el maestro Víctor Gutiérrez nos dimos a la tarea de hacer la música tropical más sentimental y de allí nació toda la idea que orienta mi carrera y, digamos, la identidad de Jorge Grajales como tal”.
Jorge es natural de Envigado y se consagró con la Orquesta la Cheverísima de Neiva, al imponer un tema que hizo bailar a los colombianos en épocas de fiesta: Quiero ser feliz. Con su voz suave y particular estilo logró imponer además En aquellos años, Es tarde ya, Cruz a cuestas, La ingrata y muchos otros temas que conquistaron el exigente gusto de los hogares colombianos.
En relación con Quiero ser feliz, sabía que era una estupenda canción y él fue llamado para una prueba, no directamente para grabarlo, “pero la prueba salió tan bien que decidieron grabarlo conmigo”. Esa canción, como se dijo, la hizo en Medellín con la Orquesta la Cheverísima de Mauricio Rodríguez y hoy es uno de los mayores éxitos en toda su carrera.
Pero el talento de este importante músico cuenta con otra faceta: la de compositor. Y en este campo se destacan temas como Soledad y Esposa mía que forman parte del repertorio clásico de El combo de las estrellas.
Jorge Grajales dice que todos los géneros musicales tienen su ciclo. “Yo pienso que la música tropical se vino un poco abajo porque no se han hecho canciones nuevas debido al auge del reguetón o música popular, salsa sentimental, qué sé yo; pero lo tropical vuelve, no se ha ido, la música nuestra tiene propuestas nuevas, propuestas buenas y es de tener en cuenta que esta música quedó como catálogo”.
La gente la sigue bailando y en la radio suena mucho. En Medellín se están haciendo cumbias interesantes con Karval, por ejemplo, “yo pienso hacer canciones nuevas e inéditas”. Dice que con una buena promoción aspira a que peguen mucho en los próximos meses.
Jorge Grajales, actualmente, vive con sus padres en el municipio de Guarne, en un ambiente campestre, hace deporte diario y en su piano compone canciones o revisa las producciones musicales que dirige. Se ha visto afectado por la pandemia, claro, pero tiene la fe intacta para que la situación cambie y con ello poder volver a encontrarse con su público.
Jorge es un talento grande de la música colombiana, un hombre que respira música por todos lados con una corpulencia de basquetbolista norteamericano y un espíritu cargado de creatividad y de poesía. A músicos de la calidad de Jorge Grajales, el pentagrama nacional les debe mucho y es por eso que su legado debe perdurar en la memoria colectiva de la gente.