Más de 150 formadores en música, se dieron cita en Bogotá desde el 22 al 24 de octubre. La idea de este Encuentro nacional de escuelas de música fue dialogar sobre las técnicas, experiencias, casos de éxito, modelos de gestión, circulación, articulación, alternativas, fuentes de financiación y de todo aquello que rodea la experiencia docente de aquellos que apuestan su vida por enseñar música.
Algo que se logró percibir a simple vista y oído, fue la variada oferta sonora en el lugar personas de diferentes regiones de Colombia, todos con los ojos puestos en las conferencias o breves muestras musicales. Ver y entender que detrás de cada uno de ellos hay uno o varios grupos de niños y jóvenes que gracias a la formación musical han logrado generar nuevos sueños y proyectos de vida, es algo realmente motivador para quién suele disfrutar de la música como oyente.
Uno de los organizadores de este encuentro. Afirma que “la escuela no es solamente un lugar de instrucción y conocimiento, es también un espacio de innovación y transformación, donde las nuevas generaciones revelan y afianzan el sistema de símbolos y formas de expresión que los identifica y que han venido negociando en los diversos espacios de la sociedad”.
Carlos Miñana, Director del de Antropología de la Universidad Nacional, hizo un recorrido entre la importancia de la educación musical, el papel del estado en esta dinámica de formación y el rol de la audiencia de manera paralela y participativa dentro de estos procesos.
“La labor del Ministerio de Cultura ha sido muy importante en estos últimos años, tratando de fortalecer lo que es la formación musical en las distintas regiones. Colombia es un país diverso, con músicas diversas. Un encuentro nacional como este lo que permite es visibilizar esa diversidad, los avances que se están haciendo, las innovaciones, las experiencias exitosas, pertinentes. Es un espacio para que los distintos directores de las escuelas aprendan unos de otros y de alguna manera reflexionemos sobre lo que estamos haciendo y así surgen nuevas ideas”
Fue gratificante escuchar tantas y tan diversas voces en un solo lugar, donde más allá de los procesos regionales, se sacan a la luz los temas que realmente han generado una transformación y un impacto, por ejemplo el trabajo que se hace en municipios y veredas donde el conflicto armado es una constante y que gracias a la música, han logrado reducir el número de combatientes de los grupos armados.
También se contaron historias sobre como la música tradicional sobrepasa los ritmos de moda que se dispersan entre tantos niños y jóvenes, cada día se descubren nuevos talentos que se acercan a una marimba o un oboe, siempre con la ilusión firme de alcanzar su sueño: hacer música.