Rodolfo Hernández busca expandir la campaña que lo llevó a la Alcaldía de Bucaramanga en 2015 para ir hasta la Casa de Nariño. El polémico exalcalde se hizo famoso por hablar duro y ganarse muchas peleas, pero ahora busca atraer con un marcado lenguaje contra la corrupción a 12 millones de colombianos. En una semana le metió $500 millones a la campaña, que lo dispararon al tercer lugar de las encuestas detrás de Gustavo Petro y Sergio Fajardo. El primer paso es recoger las firmas para inscribir en diciembre su movimiento, la Liga de Gobernantes Anticorrupción.
Su experiencia en la construcción es, para él, un doble beneficio para aspirar a la presidencia: le permite verificar que sabe manejar recursos, y le ofrece una fortuna con la cual espera pagar una campaña sin tamales, lechona ni discursos en plaza, sino movida por las emociones y las redes sociales.