El año pasado el Journal of Sexual Behaviour (edición oficial de la Academy of Sexual Behavior –Academia de comportamiento sexual-) dio a conocer las conclusiones de un estudio que comprobó que no se encontraron diferencias entre mujeres y hombres a la hora de cometer una infidelidad. El 66,7% de las mujeres y el 68,7% de los hombres encuestados confesaron haber sido infieles.
Estudios de otras épocas, como el realizado por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana a principios de los 90 habla casi 10 puntos porcentuales de diferencia entre hombres y mujeres, afirmando que los primeros eran más infieles. Y estos números aumentan si vamos atrás en el tiempo.
Ante estos números hay una pregunta que se abre que resulta de difícil respuesta. ¿Son las mujeres más infieles o tienen más posibilidades de asumirlo?. Si pensamos que a través del tiempo y con sus luchas las mujeres fueron conquistando igualdades en distintos ámbitos, no resultaría extraño que esa mayor libertad también les permita asumir la infidelidad, algo aún hoy visto negativamente en gran parte de la sociedad.
Aunque el estudio afirme que los números de la infidelidad se hayan equiparado, hay cuestiones en donde se evidencias diferencias entre hombres y mujeres. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Cornell afirma que aquellos hombres que ganan menos que sus parejas son más propensos a la infidelidad que los que tienen salarios similares o mayores. Las razones que llevan a tener una aventura por fuera de la pareja también marcan una diferencia: la mayoría de las mujeres que tienen un amante afirman atravesar una situación de insatisfacción en su pareja mientras que en los hombres esto no resulta necesario, para la mayoría de los hombres la infidelidad tiene que ver con una fantasía o una aventura ocasional.
Un último punto a tener en cuenta es el rol de las redes sociales en la forma de relacionarse y su impacto en la infidelidad. Mientras que en el pasado aquellos que buscaban tener una aventura debían exponerse, hoy se puede iniciar una relación desde el celular o desde el living de su casa con un desconocido. Esto, según especialistas, resulta en que muchas más personas (y más mujeres) se animen a iniciar un coqueteo” comenta Matías Lamouret, vocero de Second Love para Latinoamérica.