Tras cumplirse casi un mes, el Congreso de la República no ha tenido una sola sesión formal por cuenta del coronavirus, aunque varias comisiones lo han hecho de manera informal. No obstante, el país venía reclamando un mayor protagonismo de sus legisladores en medio de una crisis sanitaria sin precedentes.
Carlos Cuenca, presidente de la Cámara de Representantes, había anunciado convocatoria de la plenaria para este 13 de abril, pero la ampliación de la cuarentena le hizo modificar los planes.
Así las cosas, resolvió conformar de urgencia una comisión que le permitiera contar con los argumentos jurídicos y técnicos para poder sesionar de manera virtual.
En tiempo récord se consiguió la tranquilidad legal, pero no toda la tarea estaba concluida: el siguiente paso era la solución tecnológica.
Esa misión fue encomendada a Carolina Carrilllo, directora administrativa de la Cámara de Representantes. A pesar del silencio del Ministerio de Hacienda para que asignara recursos para conseguir la solución tecnológica, ella decidió jugársela por otras vías.
Sabiendo de la importancia histórica del desafío para sesionar de forma virtual, acudió a otras alternativas para garantizar que desde este 13 de abril las sesiones formales de la Cámara de Representantes sean una realidad.
En cuestión de horas, la habilidosa funcionaria despejó todos los obstáculos para que la Cámara de Representantes cumpla con todo el país.
Le llegó la hora al Congreso de la República en medio de una cuarentena que no tiene ninguna referencia histórica en nuestro país y detrás de esta gestión tan crucial e inaplazable estuvo una mujer.